El historiador e investigador ibicenco Pere Vilàs Gil dedicó más de un año a buscar sin desmayo el submarino alemán ´U-602´, supuestamente hundido en aguas del islote de Tagomago durante la II Guerra Mundial. La búsqueda resultó infructuosa y, de hecho, se comprobó que en dicho lugar no había submarino alguno. Sin embargo, el ´U-602´ sí acaba siendo hallado en la primera novela publicada por Vilàs: ´El cercle de la vida´ (Documenta Balear), que en clave de ficción ofrece un desenlace muy diferente al real y mucho más gratificante.

«Resultó que el submarino no estaba allí. Entonces, empecé a pensar qué iba a hacer con todas las gestiones, contactos y trabajos realizados a lo largo de tantos meses. Así que los usé para escribir una novela», confiesa el autor. «Siempre había tenido la voluntad de escribir una, aunque pensaba que lo difícil era escribir, y no es cierto, lo difícil no es escribir, sino sobre qué hacerlo», afirma Pere Vilàs, que no ha tenido problema alguno en encontrar la temática con todo el material acumulado en sus pesquisas en torno al sumergible nazi.

´El cercle de la vida´ alterna capítulos de reconstrucción fiel de la realidad –las investigaciones y gestiones desarrolladas por el autor en pos del ´U-602´– y otros totalmente ficticios, que son los referidos a las aventuras y vicisitudes del submarino, desde que su comandante toma posesión del mismo hasta que se hunde en Tagomago. En todo caso, estas partes tienen un sostén histórico y técnico derivado de los conocimientos de Vilàs sobre la materia. «De hecho, casi se podrían leer por separado las dos partes», afirma el autor, que recuerda que ya la tipografía de cada capítulo permite distinguir entre lo real y lo ficticio.

La novela, que será presentada en el Club Diario el día 10 de diciembre, llegará a las librerías la próxima semana.

Vilàs, autor de un importante número de trabajos de investigación y ensayo sobre temas marítimos y relativos a las Pitiusas, afirma que su primera incursión en la narrativa no lo ha dejado aún «completamente satisfecho». «Yo, cuando sea mayor, querría hacer un libro de relatos cortos», ironiza el investigador, que en todo caso advierte de que «sería incapaz de escribir una novela totalmente ficticia», pues siente la necesidad de partir o basarse en hechos reales.