La retirada anual de las hojas de posidonia que se acumulan en las playas supone una pérdida importante de arena de las mismas, más incluso que la que se produce de forma natural, según el conseller insular de Medio Ambiente, Albert Prats. El 67 por ciento de los restos de posidonia que se tiran en el vertedero de Ca na Putxa u otras zonas es arena, según se desprende del estudio encargado por el Consell al geógrafo Xisco Roig, que acumula una importante experiencia en la gestión de las playas de Menorca.

Ante la pérdida de sedimento que provoca la limpieza de las playas antes del inicio del verano, Roig propone en su estudio un nuevo sistema para evitar el proceso continuo de erosión de los arenales de la isla. Albert Prats presentó ayer a los representantes de los ayuntamientos los resultados de este estudio y les propuso un calendario de reuniones para tratar de consensuar un modelo de gestión conjunto.

El estudio de Xisco Roig propone acelerar de forma artificial el proceso natural de sedimentación de las playas. Así, en lugar de tirar la posidonia al vertedero, el geógrafo plantea que se vaya cubriendo con la propia arena de la playa. Con el excedente de posidonia (no se puede cubrir toda con la arena de la misma playa), Roig explica que sería conveniente verterla en la orilla para que el oleaje desprenda el sedimento adherido a las hojas y cuando estas vuelven a depositarse sobre la playa, recogerla con una máquina y depositarla en una zona de acopio para que, una vez pasado el verano, se deposite de nuevo sobre la arena. De todos modos, la receta no será la misma para todas las playas, según apunta el mismo estudio.

Roig también dijo que el nuevo sistema no debe encarecer la limpieza de las playas, ya que el cambio de palas de las máquinas (son más pequeñas) acelera la retirada y la creación de acopios reduce los gastos de transporte, aunque asegura que en todo caso si fuera un poco más caro, que lo desconoce, «el beneficio ambiental sería mayor».

Suficiente arena para Cala Xarraca

El conseller explicó que «las cifras cantan» y destacan «la importancia de la gestión correcta de la posidonia», que, recalcó, «no es suciedad en contra de lo que mucha gente piensa». El estudio está basado en el volumen de recogida de 2008. Ese año se vertieron en Ca na Putxa 10.000 toneladas de restos de posidonia, de las cuales casi 6.800 toneladas eran «arena pura». Prats indicó que con esta cantidad de arena se podrían haber llenado «454 camiones de tres ejes» y Roig añadió que con este sedimento se podría llevar a cabo la regeneración de la playa de Cala Xarraca e incluso «sobraría».

El autor del estudio asegura que no ha calculado qué porcentaje de las playas ha podido desaparecer en las últimas décadas como consecuencia de la gestión que se hace de las mismas, pero apunta que se «ha perdido muchísima superficie y volumen de playa». Cabe tener en cuenta que en 2009 el volumen de posidonia que llegó al vertedero (4.326 toneladas) fue más de la mitad que la del año anterior y en lo que llevamos de año la cifra se ha reducido un 68% más (el total asciende a 1.377 toneladas). En este sentido, el conseller reconoce que los ayuntamientos «no han estado cruzados de brazos» y el congreso de 2008 sobre el litoral organizado por el Consell tuvo «sus efectos». El conseller destacó que los ayuntamientos han hecho un esfuerzo y se ha reducido la entrada de posidonia en el vertedero, aunque apuntó que en algunos casos se han buscado «otras ubicaciones», lo cual «no es la solución» ya que «hay que devolver la arena a las playas».

Prats recordó que en la clausura del congreso de 2008 ya advirtió de la posibilidad de cerrar la entrada de posidonia al vertedero para forzar un cambio de modelo en la limpieza de las playas. Fue «una advertencia» que, según el conseller, se mantiene en pie, aunque insiste en el trabajo que están efectuando los ayuntamientos . Indicó que algunos municipios ya están haciendo «pruebas de este tipo» y «simulaciones de acopios temporales [en la playa de ses Salines, por ejemplo] para restituirlos en el sistema». «Ahora queremos darle más fuerza e instaurar un sistema claro y compartido por todos», agregó.

Prats asegura que se están dando «los primeros pasos» para que los recursos que emplean los ayuntamientos se puedan gestionar conjuntamente. De hecho, recordó que las deixalleries ya se gestionan a través del consorcio del matadero.