En una esquina, todo tipo de residuos, desde ropa usada a comida, pasando por radiografías y restos de obra. En el otro extremo, las posibilidades para deshacerse de ellos: el vertedero de Ca na Putxa, las deixalleries, la basura normal y las bolsas verde, azul y amarilla de reciclado. Varios grupos de chavales del colegio Sa Graduada participaron ayer en una gincana organizada por el grupo ecologista Amics de la Terra y que consistía, básicamente, en aprender a llevar cada residuo al lugar indicado. Hubo algunos fallos, pero muchos los cometerían también adultos. ¿Qué se hace con un spray? Pues no se pueden tirar al contenedor de los plásticos, hay que llevarlos a una deixalleria.

Al frente de la gincana estaban Esperanza Llorenç, Hazel Morgan, Sonia Torres y Juanjo Torres, que explicaron que hay pequeños gestos cotidianos que reducen considerablemente el volumen de residuos. Entre ellos «exprimir zumo con narajas a granel, en vez de comprarlo envasado, adquirir bolsas grandes de magdalenas en lugar de paquetes individuales o consumir cajas grandes de cereales y no pequeños envases para un solo desayuno», explica Sonia Torres. «Si de pequeña me llevaba cuatro galletas al cole mi madre las ponía en un tupper, no me compraba un paquete de cuatro galletas», añade Torres.

Esta actividad se engloba en la semana europea para la reducción de residuos y lo que pretende transmitir a los chavales es que no solo es importante reutilizar y reciclar «sino la reducción: no hay nada más importante que prevenir la generación de residuos», añade Hazel Morgan, presidenta de la asociación. Precisamente, una de las cuestiones de una pequeña encuesta que rellenaron los niños preguntaba: ¿Cuál es la ´r´ más importante: la de reutilización, la de reciclaje o la de reducción? Aunque Ricardo, uno de los alumnos participantes, respondió: «¡La ´r´ de mi nombre!». La respuesta correcta es la ´r´ de reducción.

Hazel Morgan asegura que son los chavales los que introducen la importancia del reciclaje en casa. «No tenemos un accceso tan directo con los padres por eso lo hacemos a través de los niños», asegura la responsable de la asociación ecologista.

En la gincana también explicaron la puesta en marcha de los diferentes puntos verdes de la isla, las denominadas deixalleries, que ya están en marcha en los ayuntamientos de Sant Josep, Sant Antoni y Santa Eulària. Fluorescentes, aparatos eléctricos, electrodomésticos, aceites de motor, cartuchos de impresora, radiografías o termómetros de mercurio son algunos de los restos que se pueden llevar a las deixalleries. Nunca hay que arrojarlos a los contenedores de reciclaje «donde básicamente se reciclan envases», apuntó Torres.

Hazel Morgan asegura que son los chavales los que introducen la importancia del reciclaje en casa. «No tenemos un accceso tan directo a los padres por eso lo hacemos a través de los niños», asegura.