Benjamí Villoslada (Palma, 1964) es un abanderado del software libre, que se diferencia del convencional en que una vez obtenido se puede compartir, copiar y modificar libremente. Junto con Ricardo Galli, fundó en 2005 el portal Menéame.net, una de las web más vistas del país. Ayer participó en Ibiza en la Jornada Pyme Digital, que organiza el Govern balear.

—¿Cómo puede una pequeña empresa beneficiarse del ´software´ libre?

—Es importante para una empresa tener el control del software porque, si no es así, se ve obligada a contratar a la empresa que se lo ha vendido a la fuerza y a pagar lo que ella le pida. Si solo te puede atender uno te puede pedir lo que quiera y es lo que suele pasar. Estamos viviendo la época feudal de la informática. No puedes hacer copias, tienen el control de los códigos... eso les encanta a las empresas de informática. Pero las pymes pueden utilizar otro tipo de software, el libre. El Wordpress, por ejemplo, lo es. Muchos blogs están hechos con este sistema. La web de IB3 está hecha con Wordpress. Es algo muy habitual en aplicaciones web y también lo podría ser para la contabilidad, la facturación y el office de una empresa.

—Menéame.net se nutre de enlaces a noticias. El acceso a los periódicos digitales es libre. ¿En el futuro habrá que pagar por leer las noticias?

—Posiblemente seguirán siendo gratuitas. El País nos demostró hasta qué punto se llegaron a equivocar cuando hicieron su edición digital de pago. Tuvieron que abrirla de nuevo. El tiempo que estuvo la edición digital cerrada hizo que 20minutos, que no era nada, cogiese una fuerza tremenda. En ese momento en Internet no había ningún diario progresista abierto. La edición de Internet de El Mundo era mucho más progresista que la edición de papel. Eso hizo que El Mundo despuntase. La moraleja está clara: si tú cierras otro abrirá. Además, no hay que desplazarse físicamente para leer uno u otro diario. Si el café que está debajo de tu casa sube 50 céntimos te adaptarás porque el otro te queda lejos. Pagarás más porque está cerca. Con Internet no pasa eso.

—Las tarifas de publicidad en Internet son mucho más baratas que las de papel. ¿Cómo se va a sostener un periódico si desaparece el papel?

—Es un tema muy complicado. Estamos ante un cambio de época. El problema de que la publicidad en Internet esté devaluada se debe, en gran parte, a que durante mucho tiempo los medios de comunicación convencionales han dado una imagen de Internet muy devaluada. Solo salían las malas noticias relacionadas con la red. Los empresarios de 50 a 65 años, que son los que deciden dónde poner publicidad, desconfían de Internet porque los medios sólo han hablado de los peligros de la red. Han estado disparando contra ella, que ha sido como dispararse a sus propios pies.

—¿Cuántos usuarios únicos tiene al día Menéame.net?

—Unas 260.000 usuarios únicos al día, según Google Analytics y dos millones y medio al mes.

—Cuando la fundaron en 2005, ¿pensaron que iban a llegar a esto?

—No, lo pusimos en marcha simplemente porque en Estados Unidos había un lugar similar que se llama Diggs. Llevaba un año triunfando en Estados Unidos. Lo probamos, imitando descaradamente a Diggs [risas]. Hemos introducido muchos cambios, lo hemos adaptado.

—¿Las noticias más leídas y más votadas en portales web como el suyo reflejan realmente lo que interesa a la gente o solo a una franja de edad concreta con gustos concretos?

—Según la consultora Nielsen y la gente que nos analiza, tenemos una franja de edad mayoritaria que va de los 30 y los 45 años, más o menos, con un grado de formación alto. Un 30 por ciento son mujeres. Es una muestra más amplia de lo que nos imaginábamos, porque nosotros no pedimos datos personales en el registro. Sabemos que la gente mentirá directamente. Cuando me piden que me dé de alta en algo siempre pongo que soy jubilado y que no tengo ningún tipo de estudios para que no me envíen publicidad. Prefiero no ser apetecible como cliente. Sí que es verdad que los usuarios de nuestra web son gente que, dentro de este perfil, son más atrevidos. Las noticias más populares son más arriesgadas. Hay mucho antitaurino, mucha gente atea, anti SGAE... Son personas que son ´anti´ muchas cosas que están muy establecidas en la sociedad.

—Los periódicos destinan sus páginas principales a los llamados ´grandes temas´ y, sin embargo, en los ´rankings´ de lo más leído aparecen los sucesos, las anécdotas...

—Nos hemos dado cuenta de que los lectores se aburren mucho cuando los medios de comunicación se empeñan en promocionar cierto tema. Sacan las noticias un día tras otro montando un culebrón. Eso no les gusta a los usuarios de Menéame. Cuando una noticia ha aparecido en portada no siguen las secuelas. En Mallorca, cuando culparon a Rodrigo de Santos por lo del uso de tarjetas de crédito en locales gay, la noticia apareció en portada de Menéame, pero toda la secuela ya no tuvo el más mínimo interés. El usuario se defiende de las campañas de algunos medios para promocionar algo. Es como prensa del corazón pero política.

—¿Qué proyectos tiene?

—Seguimos volcados en Menéame.net. Siempre introducimos pequeños cambios... A nivel particular Ricardo es profesor de la UIB de sistemas operativos y yo me dedico a consultoría, a dar conferencias sobre software libre. Nuestras vidas son muy normales [risas].

—Una web con tanto tráfico habrá tenido buenas ofertas de compra...

—Hace dos años hubo una oferta de Planeta pero pensamos que su proyecto acabaría con Menéame. No nos equivocamos porque un poco después se cargaron la fantástica edición digital de ADN.