El Museo Arqueológico de Ibiza está recuperando una alquería árabe para que, una vez finalizadas las obras, pueda visitarse, según explicó el director del museo, Jordi Fernández. Estos trabajos, incluidos dentro del 1 por ciento cultural del Ministerio de Educación y Cultura, están presupuestados en unos 250.000 euros y deberían estar finalizados en marzo. La construcción, de la que apenas quedan dos palmos de las paredes, se encuentra en el recinto de Puig des Molins, en la zona de terreno cercana a la esquina de la Vía Romana y la calle Joan Planells y data de la época almohade, del siglo XIII.

Fernández explica que en estos momentos se están consolidando los restos de estos muros de la casa de campo islámica. Junto a la vivienda había también una noria que hacía funcionar un burro. Lo que se está haciendo exactamente en este espacio es colocar las piedras desprendidas de la antigua construcción. Los últimos días, sin embargo, las obras han estado paralizadas debido a las lluvias. Cuando la construcción haya finalizado se instalarán unos paneles explicativos.

Además de la consolidación de la alquería, las obras incluyen la reparación de la instalación eléctrica de los hipogeos de la Mula, deteriorada por la humedad. «Ahora se conectarán a la red eléctrica del edificio principal, de manera que se podrá retirar el antiguo poste y el contador que hay ahora en la necrópolis», detalla Jordi Fernández.

Al mismo tiempo se abrirá la boca de algunos hipogeos que ahora permanecen cerrados. «Se tapiaron a raíz de un robo que hubo hace décadas», justifica. Al abrirlos de nuevo se recuperarán para el público y esto permitirá ofrecer a los visitantes una imagen más completa de la necrópolis. «Se podrá entender mejor el conjunto y la realidad del sistema funerario», insiste.

Antes del mes de marzo debería finalizar también la adecuación de la casa payesa de la necrópolis, cedida en 1999 al Museo Arqueológico por el Ministerio de Defensa. «Se limpiará la zona y el bosque», indica Jordi Fernández, que recuerda que en la casa había estado viviendo un grupo de okupas y que, tras el desalojo, la zona estaba llena de basura.