De piedra se ha quedado Carlos Bernús, jefe de Promoción Turística del Consell de Formentera, al comprobar que la bella imagen de un rincón de Formentera que sirve de fondo al estand de la isla en la WTM ha sido retocada, de una manera «cutre», en sus propias palabras, para que los bañistas que aparecen en ella no luzcan sus desnudos originales sino unos ridículos bikinis y bañadores pintados por encima con la primera versión del Photoshop que salió al mercado o con rotuladores Crayola (a la vista del resultado). Ya se hizo con Miguel Ángel en la Capilla Sixtina pero sorprende que en pleno siglo XXI se considere que una imagen con personas practicando el nudismo no se pueda reproducir tal y como es. Ni siquiera se han tomado la molestia de cambiar los colorines de los trajes de baño y al menos siete personas lucen idénticos taparrabos –nunca mejor dicho– de color negro tizón. De vergüenza ajena.

Formentera ya se ha quejado formalmente por esta imagen que, al parecer, ya se exhibió en las ferias de Madrid y Berlín.

Atentos a los censores van a tener que estar los actores Àlex y Sara de Foc i Fum que, un año más, animan el pabellón con sus zancos y divertidos atuendos con los que buscan atraer a agentes de viajes hasta el mostrador de Ibiza. Los atrevidos escotes y ceñidos pantalones que suelen pasear por la feria no pasarían el filtro de la oleada Tea Party mallorquina. Ayer lucieron un estilismo Adlib bastante discreto al que acompañaron abanicos con la palabra Ibiza impresa bien grande. No hubo que sacar el jersey de cuello alto ni el refajo para esconder la voluptuosidad a la que nos tienen acostumbrados. Todo llegará.

La reducción del presupuesto de la consllería de Turismo (que está en pleno proceso de saneamiento de cuentas tras detectar un agujerazo de 46 millones de euros) no se ha notado en exceso en el pabellón balear. Si acaso por unos extraños bajones de potencia eléctrica que dejaban el pabellón a les fosques cada dos por tres y porque ha desaparecido casi por completo la imagen de Rafa Nadal que antes forraba las paredes de arriba abajo. El manacorí y el Govern están en plenas negociaciones para recuperarlo como imagen de ses Illes, según confirmo ayer la consellera de Turismo, Joana Barceló. Las deudas de la conselleria hacen casi imposible pagar el caché del tenista, que ahora mismo es un caramelito en dulce para cualquier marca por su rendimiento como deportista y su imagen impoluta. Tan solo se le podía ver en las pantallas de televisión que emiten el famoso vídeo promocional que finalmente no se emitió en las cadenas generalistas por falta de presupuesto.

El secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, negó que estén intentado arrebatar a Nadal a Balears para que sea la imagen de Turespaña. «No negociamos con deportistas en concreto pero sí estamos en contacto con la Federación Española de Tenis para contar con la imagen del equipo de la Copa Davis, como ya hemos hecho con la Federación Española de Fútbol y la de Baloncesto, explicó. «En todo caso la utilización de la figura de Nadal no sería la misma que se ha empleado en Balears», aseguró.

La jornada de hoy en la feria estará marcada por la presencia del presidente del Govern, Francesc Antich, y por una degustación de vinos de Illes Balears, con lo que es posible que el pabellón acabe pareciéndose a un after hours de encorbatados. Pero no, los censores del pabellón harán intercalar vasos de agua entre copa y copa, no vaya a ser que se desmadre la cosa en demasía.

En la primera jornada no hubo precisamente desmadre sino más bien tranquilidad: la crisis ha recortado los días de estancia de los agentes turísticos en la feria y se echó de menos a muchos hoteleros que en otras ocasiones se pasean por la feria desde primera hora de la mañana de la jornada inaugural. Hoy, sin embargo, habrá más trabajo para Shelley Penilla, Marga Torres y Virginia Torres, que atienden a los agentes y mayoristas que se acercan al mostrados de Ibiza.