«Necesitamos 100.000 euros», comenta la presidenta de Apneef, Carmen Bonet, minutos después de la presentación del calendario. La asociación atiende en estos momentos a 120 niños y adolescentes y a sus familias, una cifra tan elevada que los espacios de los que disponen en la isla de Ibiza son insuficientes. «Hay que conseguir que tengan estas instalaciones de atención temprana», apunta Alba Pau, una de las personas que más ha trabajado para el calendario de 2011. El almanaque ya está editado, pero mientras habla no deja en ningún momento de estar pendiente de todos los detalles.

«Queremos tener un espacio en el que ubicar todos los equipos. El Govern balear se ha comprometido a hacerse cargo del coste del centro siempre que exista una infraestructura. Buscamos un local con las dimensiones adecuadas que podamos reformar para adaptarlo a las necesidades de los servicios que ofrecemos a las familias», detalla Carmen Bonet, que defiende que este proyecto mejoraría muchísimo la atención y los tratamientos que reciben los niños y adolescentes con alguna discapacidad y sus familias. Por este motivo, todo el dinero que se recaude con la venta de los calendarios, cuya edición ha pagado este año el grupo Pachá, se invertirá en esta iniciativa. «Hay una carencia enorme de recursos para estos niños», lamenta Carmen Bonet, que recuerda que en Mallorca cuentan con diez centros de atención temprana mientras que en las Pitiusas no hay ninguno.

Preocupados por el mañana

«Tenemos que luchar por esas familias porque no es justo que por el hecho de no vivir en Madrid o en una gran ciudad no tengas derecho a algo que necesitas», insiste Bonet, que recuerda que, más allá de los recursos, lo que más preocupa a los padres que tienen hijos con discapacidad es «el mañana».

«Quieren seguridad», apunta la presidenta, que explica que el momento crítico para estas familias es cuando los adolescentes finalizan la etapa escolar. «Terminan el instituto y muchas veces no saben qué hacer. Algunos necesitarían el centro de día de la residencia de Sant Jordi, pero aún no está en marcha», detalla. «No existen en Ibiza los recursos que necesitarían», indica. La presidenta de la asociación lamenta también que en las Pitiusas no se puedan ofrecer recursos diferentes a los niños y adolescentes en función del tipo de discapacidad que sufran, como ocurre en otros lugares, en los que hay centros específicos. Carmen Bonet señala que los más desatendidos son los menores que sufren alguna enfermedad mental. «Sigue siendo muy complicado contar con más recursos.

Falta prevención y tratamientos adecuados de reinserción», denuncia.

Objetivo: 18.000 euros

El almanaque es una sorpresa para la propia Carmen Bonet, que hasta ayer no lo había visto. Tanto ella como la presidenta de la Plataforma Sociosanitaria, Carmen Villena, coinciden en su opinión al pasar las páginas. «Es una maravilla», comentan mirando las fotos, realizadas por Toni Riera. «¿Dónde pueden comprarse?», pregunta la pertiguista Mar Sánchez (la única famosa ibicenca del calendario), que asiste a la presentación en El Hotel. «En la sede de la Plataforma Sociosanitaria en la calle Madrid, en las tiendas de Pachá, en El Hotel y en Can Pau», le responden varios de los asistentes.

El montón con decenas de ejemplares que había en la mesa central de la sala ha disminuido de forma considerable y, en su lugar, hay billetes y monedas esparcidos por la superficie. Alba Pau, que se refiere a los niños de la asociación como «niños especiales», se muestra implacable con la economía: «Se han hecho 3.000 ejemplares, a seis euros cada uno, cuando se vendan tendrá que haber 18.000 euros en la cuenta de La Caixa que se ha abierto y en la que la entidad ha hecho ya una aportación para abrirla. Si no hay 18.000 euros, lo que falte tendremos que ponerlo».

Los primeros en adquirir el calendario, el séptimo de Apneef, son los trabajadores y responsables de la discoteca y el hotel, incluidos los hermanos Ricardo y Piti Urgell, que posan con Carmen Bonet y Carmen Villena abriendo los almanaques. «¿Ana Duato? Ésa no sé quién es», comenta Ricardo Urgell escogiendo imagen para la foto de familia. «A ver… ¡Ángel Nieto, a éste sí que lo conozco bien!», señala con una sonrisa mostrando al ex piloto y anunciando que en diciembre se celebrará una fiesta en la discoteca para continuar recaudando dinero para las nuevas instalaciones de Apneef.

Carmen Villena, que no se perdió ninguna de las sesiones de fotos, destaca la ilusión con la que todos, niños, famosos, voluntarios y profesionales, acudieron a las citas. Todas las imágenes se captaron entre julio y agosto, aprovechando las vacaciones de las celebrities, y en todas las risas vencieron al intenso calor que sufrieron mientras posaban. Para captar algunas de las escenas fue necesario mucho tiempo y paciencia, ya que los niños necesitaron perder la vergüenza y animarse en algunos casos y calmarse en otros.

Algunas sesiones fueron casi clandestinas, como la de David Bisbal, para evitar que los fans acudieran en masa. Ni los niños que aparecen en la foto sabían con quién iban a posar. En otras, como la de Corbacho, la cámara se disparaba en las pausas entre un chiste y otro y en algunas, como las que protagonizaron Ángel Nieto y Carles Sans, los famosos tuvieron que negociar con los chavales algunas cláusulas (baños en la piscina y narices de payaso) antes de sentarse en los jardines de sus casas ibicencas y mirar al objetivo de Toni Riera.