Ana y Patricia (nombres ficticios por su deseo de anonimato) estaban ayer un poco nerviosas. Eran de las primeras personas en pasar la prueba rápida del VIH en la nueva sede de ALAS en Ibiza. Pueden estar tranquilas. Durante todo el día 37 ibicencos se sometieron a esta prueba pero ninguno de ellos dio positivo. «No creemos haber hecho prácticas de riesgo, pero no creo que se pueda estar segura en esto», comentaba Patricia.

«Han sido mayoritariamente mujeres [20 y 17 hombres]», explicaba al final de la jornada Beatriz Andrade, técnica psicosocial de la asociación, que aseguraba que el descenso en el número de pruebas con respecto al mismo día de campaña del año pasado, cuando alcanzaron las 80, puede deberse al cambio de sede y a que no las han hecho en Vara de Rey como en ediciones anteriores. «La cercanía de la nueva sede a la Universidad ha propiciado que vinieran más estudiantes y en un alto porcentaje eran personas que nunca antes se habían hecho una prueba de estas características», anadía la psicóloga.

Horas antes, por la mañana, Pablo Díez, responsable de ALAS en Ibiza, explicaba que esta campaña –que se organiza a través de la plataforma Taula per la Sida, que está integrada también por Cruz Roja Juventud y el Colectivo LGTB– pretende aumentar el porcentaje de población que es consciente de que es seropositiva y de esta manera evitar contagios. «Es un virus de transmisión humana y por eso está en nuestra mano evitar que se propague e incluso terminar con la enfermedad», explicaba.

Rapidez y anonimato

La rapidez y el anonimato son los dos puntos fuertes de la prueba rápida del VIH. «Primero se hace una pequeña entrevista en la que comprobamos si ha habido prácticas de riesgo y analizamos el estado emocional de la persona interesada. Después, las enfermeras voluntarias realizan una punción. La sangre se pone sobre una tira reactiva y a los 15 ó 20 minutos ya podemos saber el resultado», explica Díaz. Si da negativo, el proceso termina con unos consejos y entrega de material preventivo. Si es positivo «lo primero es aclarar que se trata de una prueba, no de un diagnóstico médico, que hay que contrastar en un centro de salud», añade el portavoz de la asociación. A continuación se les ofrece asesoramiento y apoyo. Esta prueba no solo se hizo ayer sino que se repite todos los lunes por la tarde en la sede de ALAS con cita previa.

El colectivo aprovecha la campaña para informar de todas sus actividades, que van desde talleres de prevención en institutos a programas específicos en el centro penitenciario de Ibiza o con trabajadoras del sexo. Aunque no cuenta con datos por islas, Díaz indica que «desde 1983 hay 2.500 casos acumulados en Balears, que sigue siendo la Comunitat con más incidencia de sida, incluso por encima de Madrid», afirma.

Cree que puede deberse a que las islas están asociadas a una mayor libertad sexual, propiciada también por ser destino de vacaciones. Matiza, además, que el perfil del portador en Ibiza es de una persona heterosexual de entre 25 y 45 años. «Hay que dejar de asociar esta enfermedad con la homosexualidad», insiste el portavoz.

Este año han empezado a hacer pruebas en Formentera «un avance importante para la isla», añade, por su parte, Beatriz Andrade. El teléfono de ALAS es el 971 31 23 57.