Con más de treinta conciertos a sus espaldas este verano y casi treinta años haciendo bailar al público español con canciones como ´Chiquilla´, el legendario grupo de los ochenta Seguridad Social, actuó anoche en Sant Antoni, en un concierto que reunió a centenares de personas en el colegio Cervantes. ?El líder de la banda, José Manuel Casañ (Valencia, 1963) se confesaba «agotado» después de una larga jornada de viaje, a la vez que «afortunado por poder estar en la isla» unas horas antes del concierto.

—Acaban de aterrizar en Ibiza, después de una actuación el sábado en Huelva, ¿quedan fuerzas para esta noche?

—Claro que sí. Cuando sales al escenario se te olvidan todas las cosas, no importa si estás cansado o si tienes fiebre. Esto es el verano y estamos acostumbrados a este ritmo.

—No es la primera vez que se encuentran con el público ibicenco. ¿Qué van a poder ver durante este concierto?

—La gente que nunca nos ha visto creo que se puede llevar alguna sorpresa porque intentamos cuidar mucho los directos y siempre damos el cien por cien. Procuramos que nuestro público esté muy comprometido con la actuación y que se sienta parte del directo. Haremos una selección de nuestros grandes éxitos, alguna sorpresita que nos apetezca y también tocaremos una recopilación de canciones de nuestro último disco, ´Clásicos del futuro´. Siempre cabe espacio para la improvisación, dependiendo de lo que requiera el ambiente.

—Después de tantos años, el público sigue saltando con ´Chiquilla´.

—Es algo que de verdad me maravilla. Nosotros hacemos las canciones con todo el cariño posible, pero que un tema sobrepase generaciones es muy difícil. Tenemos cuatro o cinco temas que la gente los ha hecho suyos y me parece algo fantástico. Esto es una de las cosas que más me gusta de la música. En muchas ocaciones hay canciones en las que se invierte mucho dinero y luego no acaban de cuajar y hay otros temas que sin haber tenido una gran promoción se convierten en un éxito tremendo.

—¿Cómo hacen para conectar con un público tan diverso?

—Siendo muy naturales, sin pretender ser lo que no somos. A veces soy políticamente incorrecto, pero es mi opinión, y como estoy arriba del escenario, la digo. Además, hay que experimentar y buscar nuevas alternativas, aunque luego te puedas pegar tortazos.

—Ya son 28 años en los escenarios. ¿Qué queda de la banda que empezó haciendo punk?

—Queda ese espíritu de ´háztelo tú mismo´ de cuando empezamos. En aquella época tenía muchas cosas que decir, mucha rabia, quería cambiar el mundo. Y lo hicimos acompañados de la filosofía punk, que es pensar en el presente, el carpe diem. Tienes que seguir rompiendo clichés para que no te etiquen y no convertirte en un iconoplasta.

—Y a nivel personal, ¿qué le queda de esa filosofía?

—Me queda la ilusión tremenda de un niño de subirme encima de un escenario y pasármelo igual de bien. Me refiero a poder seguir teniendo capacidad de asombro. Esa ingenuidad que no quiero perder.

—¿Se disfruta igual el escenario a los 20 años que a los 47?

—Cuando era más joven, desparramaba energía por desparramar. Ahora estoy mucho más controlado. Sigo teniendo mucha más energía, pero la utilizo mucho mejor.

—¿Les afecta la crisis a la hora de la contratación para actuaciones?

—Claro, nos ha afectado como a todos. Hace tres años hacíamos el doble de conciertos. La música está en un panorama un poco oscuro porque por un lado no se venden discos y por otro lado, no hay conciertos. Pero somos optimistas porque tenemos mucho trabajo afortunadamente, aunque está claro que aquí va a haber una criba bastante interesante. Ya no podemos pensar como hace diez años. Tenemos que aprovechar lo que nos ofrece Internet y utilizarlo como una herramienta más de trabajo. Cuando hay una crisis la utilizo para ser más creativo y experimentar más.

—¿Se quedarán algunos días en Ibiza después del concierto para descansar?

—No, tenemos que seguir con la gira de verano, aunque me encantaría. Me gusta mucho venir a Ibiza por la época de mayo o octubre, antes de que venga todo el mogollón y respirar el ambiente de la isla. Siempre ha habido una conexión tremenda entre la gente de Ibiza y Valencia. Ese es el ambiente mediterráneo.