El barco romano que hace 2.000 años se hundió en es Freus a causa de un temporal mientras realizaba una travesía comercial no será, de momento, rescatado, pese a que así estaba previsto durante el anterior mandato del Consell Insular pitiuso. La consellera insular de Cultura de Formentera, Sònia Cardona, confirmó ayer a este periódico que la recuperación del pecio «no es una prioridad», por razones económicas y operativas, y lo supeditó a una posible colaboración con otras administraciones.

El anterior equipo de gobierno del Consell pitiuso entró en contacto con una empresa especializada en el reflotamiento de pecios, la catalana Argo Maris, y se llegaron a extraer algunos elementos del barco, además de realizarse la documentación del mismo. El ex conseller de Patrimonio, Joan Marí Tur, anunció en 2006 que el Govern y el Consell iban a financiar parte del rescate del buque. El coste total de la operación se estimó entonces en 485.000 euros.

También entonces se inició su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), expediente que concluyó el nuevo Consell de Formentera en la presente etapa. Paralelamente, se hizo una pequeña ampliación del ámbito del Parque Natural marino de ses Salines para incluir el área del pecio.

Ayer, la consellera Sònia Cardona dijo que «las excavaciones subacuáticas son muy costosas» y recordó que los restos se encuentran a casi 80 metros de profundidad. «La excavación es algo muy interesante, pero ahora no es una prioridad para el Consell de Formentera», reiteró. En todo caso, si se llegara a llevar a cabo el reflotamiento «debería ser en colaboración con el Estado y la Comunitat Autònoma». También dijo que, pese a las limitaciones presupuestarias, su departamento «es el más interesado» en sacar a flote las numerosas ánforas que se encuentran en el fondo del mar.

Además, Cardona afirmó: «Aunque sacáramos todas las ánforas, no podríamos custodiarlas porque no hay un espacio adecuado en Formentera; se deberían llevar a otro lugar».

La consellera consideró que, dada la gran profundidad a la que se encuentra, el barco se puede considerar bien preservado, sobre todo después de su declaración como BIC.

Se da la circunstancia de que en la anterior etapa se adujo como uno de los principales motivos que aconsejaban la recuperación del pecio el peligro que representaba la acción de los arrastreros que faenan por la zona, y que ya han causado desperfectos en algunas de las ánforas.

Las inmersiones que se han realizado y el video filmado en el lugar demuestran una cantidad muy grande y variada de ánforas sobre este barco, parte de cuya estructura aún subsiste.