Fotografían aviones como el niño que colecciona cromos de Son Goku y quiere a todos los personajes, recopilando a través de sus teleobjetivos hasta la matrícula de cada aeronave que aterriza. Son spotters, fotógrafos de aviones, y este fin de semana se han reunido más de una veintena en Ibiza en el marco del VIII Encuentro de Spotters, impulsado por la Asociación Aire a través del foro Iberian Spotters, debido a la gran cantidad de tráfico aéreo que se esperaba este fin de semana en la isla. Los aficionados al spotting pasaron el día de ayer en las inmediaciones del aeropuerto, en la playa de es Codolar, y hoy, con la colaboración de AENA, incluso accederán a la pista de aterrizaje por la mañana.

Llegados desde Palma, Madrid y Barcelona, principalmente ­–también participan aficionados de la isla–, los 25 spotters realizaron ayer hasta 500 fotografías sólo en una mañana. Los aviones rusos llaman la atención de muchos de ellos e incluso alguno ha viajado a Moscú para encuadrarlos y disparar su cámara. Esta afición les ha llevado a ciudades como Lisboa, Frankfurt, Munich o Amsterdam para fotografiar aeronaves: «No buscamos tanto el paisaje como el avión, y aunque algunos puedan ser iguales la matrícula cambia», señala Jordi Pastallé, uno de los spotters que ha venido de Barcelona. En Ibiza han podido fotografiar algunos aviones que no vuelan nunca a Madrid, como por ejemplo una aeronave con líneas rojas y azules que volaba a Nigeria para una compañía africana y que aún no ha sido adaptada al estilo de la nueva compañía a la que pertenece ahora, para la que realiza vuelos en el archipiélago balear. La decoración de las naves, cambiante y a veces especial, es un factor importante en las fotos.

La jornada matutina de ayer fue especialmente provechosa por la cantidad de aviones privados que llegaron a la isla: «Han pasado más de 25 aviones privados tranquilamente», indicó Ricardo Sanabria, presidente de la Asociación Aire. Sanabria explica que muchos spotters incluso firman acuerdos con las fuerzas de seguridad para colaborar y se remonta a los inicios de esta actividad, a la Segunda Guerra Mundial, cuando «los británicos observaban con prismáticos la llegada de las aeronaves alemanas y avisaban al cuartel general para prevenirles». De la jornada de hoy esperan fotografiar sobre todo aeronaves italianas, según explica el director de la revista mensual Avión Revue, José Ramón Valero, que impulsa esta actividad desde 2002. Javier Marí Guasch (avionsibiza.blogspot.com) es uno de los ibicencos aficionados a la fotografía en general que ha impulsado el encuentro.

Luis Álvarez, que trabaja como administrativo en un banco de Madrid, explica que el aeropuerto de Ibiza les permite estar «muy cerca de los aviones y además en la playa», y señala las vallas como «el principal enemigo del spotter». En este sentido se ponen de acuerdo para decir que el aeropuerto de Amsterdam es idóneo para el spotting debido a que está abierto, sin vallas. «En Europa hay mucha afición y en los aeropuertos hay zonas preparadas para que los spotters vayan cuando quieran y hagan fotos desde la propia pista», explica Álvarez, quien destaca que desde hace unos pocos años tiene más aceptación esta afición, que a veces ha ocasionado conflictos con las fuerzas de seguridad a pesar de ser una actividad totalmente legal.

«¡Viene un Bamboo!», grita Sanabria refiriéndose al vuelo de una compañía suiza que casi toca tierra. Todos cogen sus cámaras y lanzan una ráfaga de fotos. Un cromo más para una colección de altos vuelos.