El conseller de Movilidad, Albert Prats, presentó ayer un informe elaborado por el Consell que, según explicó, avala la denuncia contra las navieras Baleària Eurolíneas Marítimas SA, Compañía Trasmediterránea SA e Isleña Marítima de Contenedores ante la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) por un supuesto pacto entre navieras «que está afectando de una forma dramática a la economía de la isla y a su competitividad turística».

Según los datos recopilados por el conseller, el problema no se centra en los precios sino también en las líneas. Así, las navieras Baleària y Trasmediterránea podrían haber acordado un reparto de mercado en el Mediterráneo, «ya que mientras Baleària se ha ido retirando de Barcelona en favor de Trasmediterránea, esta última abandona en parte el puerto de Valencia en favor de Baleària, a pesar de que era su puerto de bandera», explica Prats. «Baleària también incrementa su presencia en la línea entre Ibiza y Palma respecto a Acciona», subraya.

El informe muestra una subida continua desde mayo de 2008 del BAF (Bunker Adjustement Factor), un coeficiente que se aplica en situaciones de extrema volatilidad del precio del combustible. En aquel momento, Baleària aplicó el coeficiente BAF de 5,5 euros por metro lineal de carga para compensar que el precio del barril de Brent estaba en 130 dólares. «Pero en estos momentos está injustificado porque el precio es de 73 dólares por barril y, sin embargo, el coeficiente BAF que se aplica hoy a las cargas es de 8,6 euros por metro lineal», denunció Prats.

En el caso de Acciona este coeficiente existía antes de mayo de 2008 «pero, de repente, se incrementó en una cantidad muy similar a la que aplica Baleària», añadió.

Prats explicó que tanto Baleària como Acciona explicaron que irían variando el BAF en función de la evolución del precio del crudo «aunque finalmente no ha sido así»; matizó. El propio conseller ha elaborado gráficas con la evolución de ese plus en comparación con el precio del barril de Brent y del fuel IFO 380, que es la referencia para la zona mediterránea, «en las que se ve claramente que, aun teniendo ahora precios del crudo mucho más baratos, el BAF se ha ido incrementando», explicó el conseller. «Si esto lo hubiera hecho una sola naviera no sería un problema pero sí lo es cuando puede que no haya una libre competencia sino subidas de precio pactadas, con lo que el usuario no tiene posibilidad de elegir», denunció Prats. De demostrarse su teoría Ibiza estaría sufriendo «un abuso y una conculcación de las leyes de libre competencia».

Prats explicó que para llegar a este informe «se ha tenido que hacer un trabajo muy farragoso». «El expediente de la denuncia se aprobó de manera confidencial en el Consell Executiu del 16 de abril para proteger el proceso y no alertar de las actuaciones que se iban a llevar adelante», afirmó.

Medidas contra los abusos

Para Prats es importante que la apertura de expedientes por parte de la Comisión Nacional de Competencia desemboque no tanto en sanciones sino en medidas efectivas para evitar más abusos. «El transporte marítimo tiene una incidencia directa sobre nuestra economía porque prácticamente todos los productos que llegan a la isla lo hacen por vía marítima, por lo que cualquier sobrecoste afecta al bolsillo de los ibicencos y a la competitividad de la isla», subrayó.

«Sólo con la carga lineal de un barco como el ´Abel Matutes´ de Baleària, que tiene unos 2.000 metros de carga lineal, la naviera ingresa más de 17.000 euros por el BAF en un solo trayecto si lleva la bodega llena, un ingreso al que hay que sumar las tarifas base de transporte y los billetes de los pasajeros», critica el conseller.