Empresarios de bares, restaurantes y discotecas acogen con resignación no exenta de preocupación e inquietud la normativa estatal que prohibirá, a partir del 1 de enero de 2011, fumar en este tipo de establecimientos, generalizando así las restricciones ya implantadas de forma parcial en este sector.

El presidente de la Federación de Restauración de la Petita i Mitjana Empresa d´Ibiza i Formentera (Pimeef), Pedro Ortiz, confirmó que el sector «se verá perjudicado» por esta norma, «que se sumará a la crisis que ya sufren los bares y restaurantes, pues la gente que viene lo hace con muy poco dinero». «Vendrá una época durilla, pues hay que tener en cuenta que, además, cada día hay más hoteles con todo incluido», agregó.

Ortiz señaló que fumar en los bares y restaurantes «es una costumbre» muy arraigada en la sociedad. «Nos va a perjudicar seguro, porque afecta a las costumbres», indicó. En su opinión, habrá clientes que opten por no ir al bar si no pueden fumar en su interior.

Ortiz se mostró perplejo ante la prohibición de fumar también en las discotecas: «¿Cómo se puede concebir que en una discoteca no se fume?», se preguntó el presidente de los bares y restaurantes, quien recordó que, «si no se ha conseguido erradicar otras cosas peores, habrá que ver cómo lo hacen con el tabaco».

A su juicio, «habrá que poner controles». «A ver cómo controlan que 4.000 o 5.000 personas metidas en una sala de fiestas no fumen». También opinó que esta prohibición perjudicará al sector.

«Difícil implantación»

Empresarios y portavoces de algunas discotecas ibicencas mostraron una actitud resignada ante esta nueva medida del Gobierno. El jefe de prensa de Space, Rafael de Siria, admitió que «será difícil implantar esta medida porque la gente está acostumbrada a salir, a beber unas copas y a fumar».

«Va a perjudicar», opinó este portavoz de Space, quien, de todos modos, considera que, «al final, la gente sale igual».

En todo caso, De Siria consideró que no habrá más remedio que «acatar» la nueva ley. «Todo lo hacemos de acuerdo con las normas», afirmó.

«Perseguirlo será difícil. Representará más trabajo para la gente de seguridad», admitió.

Por su parte, el director de Privilege, Tallyn Planells, consideró que, «como la ley será igual para todos, afectará a todos del mismo modo», con lo que no habría unos locales más perjudicados que otros. También afirmó que el asunto no ha sido objeto de debate en el sector y mostró su postura favorable al objetivo de la ley. «Se trata de seguir el modelo que han seguido otros países, y si allí ha funcionado, aquí costará un poco, pero habrá que adaptarse», indicó Planells al ser preguntado por este periódico.

La prohibición de fumar «será beneficiosa para todo el mundo, tanto para los fumadores como para los que no lo son», señaló el directivo.

Más trabajo para seguridad

Las discotecas opinan que los empleados dedicados al servicio de seguridad deberán trabajar más para controlar que no se fume en sus locales.