Los trabajos de excavación que se están realizando junto a Sant Elm, en la Marina, para instalar nuevos contenedores soterrados han puesto al descubierto restos arqueológicos que están siendo objeto de un informe por parte del Ayuntamiento para determinar su antigüedad y características exactas.

Según confirmó ayer el Consistorio, la aparición de los restos ha obligado a variar el proyecto de los contenedores, que inicialmente iba a consistir en una serie de diez y ahora sólo se instalarán seis para respetar el yacimiento y seguir investigándolo. Los otros cuatro se ubicarán en un emplazamiento alternativo, en las proximidades.

En cuanto a la naturaleza exacta de los vestigios hallados durante las obras, un portavoz municipal aseguró que se trata de «un muro de un metro de largo y un palmo de alto y otros restos». Asimismo, «se está realizando el correspondiente seguimiento por parte de los arqueólogos y se elaborará un informe al respecto», añadió este portavoz. Será este dictamen el que establezca las actuaciones futuras en relación con el yacimiento.

Otras fuentes consultadas por este periódico no descartaron que los restos encontrados puedan pertenecer también a un acueducto de época antigua y a otras construcciones púnico-romanas, así como a restos de periodos más recientes.

Se da la circunstancia de que en esta zona se encontraba, hace 2.000 años, la línea de costa de la ciudad de , por lo que los arqueólogos otorgan especial importancia a cualquier hallazgo que pueda realizarse en este entorno.