Ibiza cuenta con una nueva asociación de cultivadores de cannabis, el Club Social Cultivadores de Ibiza, que reúne a unos 50 productores de esta planta para autoconsumo dentro del marco legal vigente. Su presidente, Ka'rol Kittl, ha explicado que presentarán los estatutos para cumplir las normas de asociaciones sin ánimo de lucro: "Imitamos a entidades similares que existen en Madrid, Barcelona o Mallorca", indica.El colectivo actuará en el ámbito legal y dará respuestas a las solicitudes gubernamentales, del Consell, Guardia Civil o cuerpos de policía.

Entre sus objetivos está el de reducir el mercado negro que crea una imagen negativa de los consumidores habituales, proteger el consumo de menores reduciendo el tráfico callejero, apoyar el uso terapéutico con productos de elaboración propia y prevenir sobre la cultura "cannábica" ecológica, con productos naturales.

La iniciativa es cooperativista, compartiendo gastos del local y del cultivo. Cada socio estimará la cantidad de consumo para aplicar la proporción a aportar y los excedentes se donarán a pacientes bajo prescripción médica.

Además de cumplir con las obligaciones fiscales, la asociación actuará legalmente. Los cuerpos policiales tendrán información detallada de los socios, DNI y carné de asociado, y detalles de ubicación y horarios del centro, así como un sistema de protección de alarma conectado a sus centrales.

"El objetivo es demostrar que no es necesario estar ocultos ante una realidad patente. El consumo de cannabis existe, no podemos obviarlo y seguir con esta hipocresía. Los consumidores no negamos nunca este hecho, no tenemos por qué escondernos, las autoridades podrán visitarnos en cualquier momento y verificar que no existe venta bajo ningún concepto", afirma Ka'rol Kittl.

Según los miembros del club, la Fiscalía General del Estado —circular 1/1984— establece que el consumo máximo diario de derivados del cannabis es de 5 gramos de hachís, 15 a 20 gramos de marihuana y 0,6 gramos de aceite de hachís.

En un máximo de cinco días, se convierte en 25 gramos de hachís, 75 a 100 de marihuana y 3 de aceite de hachís para autoconsumo, cantidades que no están estipuladas claramente, sino que se derivan de la revisión de sentencias. "Dentro de lo que la Justicia no considera delito se incluye, aparte del propio cultivo, la compra y tenencia de pequeñas cantidades para autoconsumo", afirma Kittl. Según añade, aun cuando estas conductas no constituyan delito y no estén castigadas por el Código Penal, pueden sancionarse administrativamente, ya que se considera falta grave el consumo de drogas ilegales en lugares públicos o la tenencia para autoconsumo y el abandono de los útiles utilizados. Las multas van de 300,51 a 450,76 euros, llegando a los 30.000 euros y el retiro del carné de conducir.

La asociación sostiene que el cultivo es ilegal si favorece el consumo que se supone delito, pero defiende que "la tendencia en tribunales españoles es admitir el autocultivo, con lo que no se consideraría delito el cultivo que no exceda el consumo propio".

Kittl diferencia entre cultivo de cannabis y tenencia de droga: "Una planta no es una droga y lo que se cultiva es la planta. En una incautación se pesará la planta con raíces y tronco, y esta tenencia supondría delito porque ese peso superará al considerado autoconsumo, pero realmente podría consumirse un 5 a 15 por ciento, es decir las hojas desecadas".

Los socios dispondrán de técnicos que dictarán cursillos gratuitos sobre siembra, producción, abonos y técnicas de esquejado. Franco Di Leone, secretario de la asociación, afirma además que con esta actividad se genera empleo, ya que asegura que actualmente hay en España más de 400 tiendas con dos trabajadores por establecimiento. "El mundo cannábico forma parte del PIB, al tener sectores industriales vinculados, productores de semillas y fertilizantes, horticultores y empresas relacionadas", afirma Di Leone.