La Asociación Cultural Es Retorn daba la bienvenida a los visitantes con una gran muestra de artesanía tradicional. Jabones artesanales, muñecas payesas, mantones, espardenyes, cestas, sombreros, castanyoles, flautas y xeremies se distribuían por el recibidor del hipódromo de Sant Rafel que ayer concentró el grueso del programa de fiestas del Día de Balears. Un programa que gusta, al menos si se atiende al número de asistentes, pero que innova más bien poco. Trote, doma menorquina y artesanía han acaparado las propuestas de los últimos años sin variación.

Aunque gran parte de los asistentes eran aficionados al trote (más información en las páginas 16 y 17 de la sección Deportes) también había muchas familias que se habían acercado para disfrutar de la exhibición de carros ibicencos y, sobre todo, de la muestra de doma menorquina. Los más pequeños asistieron boquiabiertos a la exhibición ecuestre, que mezcla la doma clásica con la festiva. Los jinetes mostraron su destreza dirigiendo al caballo en los pasos, trotes y galopes. Pero, como suele suceder, lo más aplaudido fueron los bots, cuando el caballo se sostiene en dos patas, y, sobre todo, el bot caminando, ya que uno de los jinetes consiguió que su caballo diera tres o cuatro pasos a dos patas mientras hacía el movimiento del galope con las delanteras suspendidas en el aire.

Y en el templo del caballo no podía faltar José Luis Domínguez, el único guarnicionero tradicional que queda en las Pitiusas. En su puesto mostraba a los visitantes cómo se fabrican las colleras al estilo tradicional ibicenco y los detalles el clásico selletó para el carro. No fueron pocos los aficionados que se acercaron a su puesto para hacerle algún encargo o pedirle reparaciones de bridas o colleras.

En el recinto había también muchos turistas que no se cansaron de fotografiar a los componentes de la colla de Can Bonet de Sant Antoni. Todos ellos llegaron al recinto montados en los carros tradicionales que dieron una vuelta a la pista. Se sumaron a la comitiva algunos jinetes con pequeños carros y hasta un par de burritos que encantaron a los niños.

La jornada fue un éxito de participación pero no pocos asistentes coincidieron en quejare de tres cosas: el caos circulatorio en las inmediaciones, el mal estado del edificio y la deficiente megafonía del recinto que hacía que la música épica que acompañaba la demostración de doma menorquina sonase a aserradero.

No faltaron tampoco las autoridades en el hipódromo. El presidente del Consell de Ibiza, Xico Tarrés, los consellers Marià Torres y Miquel Ramon, el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí y el de Sant Josep, Josep Marí Ribas, Agustinet, el senador Pere Torres, Casetes, entre otros, aprovecharon el día festivo para saludar a sus votantes y, cómo no, comentar los últimos avatares, por llamarlos de algún modo, de la política balear que acaparaban las conversaciones y las páginas de los periódicos.