Ocho explotaciones ganaderas de la isla colaboran en el programa de recuperación de la oveja autóctona ibicenca, que junto con la cabra es una de las dos razas reconocidas oficialmente en la isla de Ibiza. Estas fincas disponen ya de un total de 257 ejemplares. La consellera de Política Patrimonial y Agrícola, Marga Torres, señaló ayer que en el plazo de tiempo de año y medio en el que se viene trabajando en este programa se han doblado tanto el número de explotaciones como el de ejemplares registrados.

El 60 por ciento de estos ejemplares se concentran en una sola explotación, la misma donde ha funcionado el centro de machos con el que se ha trabajado con el fin de evitar la consanguinidad. Torres afirmó que durante 2009 se ha trabajado en estos aspectos, así como en la reserva de germoplasma (material genético) en diferentes bancos de semen de otras comunidades autónomas.

El año pasado se llevó a cabo un curso de jueces para determinar las características de la oveja ibicenca, mientras que en 2010 se realizará otro para mejorar las condiciones del manejo en cada una de las explotaciones, con el fin de identificar mejor las características genéticas de estos animales, así como sus posibilidades productivas.

Torres señaló que a lo largo de este año el programa de recuperación de razas autóctonas seguirá participando en ferias con el fin de divulgar mejor el trabajo realizado.

Durante 2009 también se ha trabajado muy seriamente en la conservación de la cabra pitiusa, la segunda de las razas ganaderas reconocidas oficialmente en Ibiza. Torres afirmó que existen 20 fincas colaboradoras que participan en el programa, con un total de 100 ejemplares registrados. El número de explotaciones y animales registrados se ha doblado en un año y los objetivos más inmediatos son los de seguir aumentando tanto las explotaciones como los ejemplares. También se trabaja con miras a crear un centro de machos, como en el caso de las ovejas.

La cabra ibicenca es una raza reconocida oficialmente, pero si la oveja cuenta ya con su libro genealógico, la cabra no lo tiene, por lo que la consellera explicó que se están concluyendo una serie de estudios con el fin de solicitar esta publicación.

El conejo ibicenco y la gallina, aunque no sean razas reconocidas, forman parte del patrimonio genético de la isla. Se clasifican como agrupaciones raciales y desde 2008 son sometidas a estudios rigurosos para su caracterización y recuperación y para conseguir su reconocimiento oficial como razas.

Agrupaciones raciales

El conejo pitiuso y la gallina ibicenca son agrupaciones raciales, aunque varias asociaciones de ganaderos trabajan para su reconocimiento como razas autóctonas.