El presidente interinsular del Grup Balear d´Ornitologia (GOB), Macià Blázquez, pidió el pasado 27 de mayo al Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco que aplique a la declaración de Ibiza como Patrimonio Mundial «el procedimiento de exclusión de la lista de bienes catalogados, con la retirada de su distinción, o bien se inscriba en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro». Blázquez dice ahora que su petición era «a título individual», pero la cursó en una carta con membrete de la Universitat de les Illes Balears y de su Departament de Ciències de la Terra, dando así la apariencia de que el escrito estaba respaldado por esta institución académica, de la que es profesor titular de Geografía.

La carta expone diversas razones que justificarían la retirada de la declaración, básicamente las afecciones ambientales y patrimoniales que, en su opinión, se derivarían de la ejecución del proyecto de ampliación del puerto de Ibiza que impulsa la Autoridad Portuaria de Balears. «Las obras previstas suponen la peor alternativa posible entre todas las propuestas por su afectación sobre el entorno natural y paisajístico, tanto de la ciudad de Ibiza y su entorno portuario, como de la zona del Parque Natural de ses Salines y las praderas de Posidonia oceanica, declaradas también Patrimonio de la Humanidad», señala el texto.

Tras enumerar otras amenazas y defectos que atribuye al proyecto, Blázquez solicita primero «la inmediata intervención del Centro de Patrimonio Mundial»y que «la Mesa del Comité adopte las medidas oportunas. Todo ello para evitar el procedimiento de exclusión por la pérdida de los valores que motivaron la declaración de Patrimonio de la Humanidad».

Sin embargo, el último párrafo de la carta solicita directamente que «se aplique el procedimiento de exclusión de la lista de bienes catalogados, con la retirada de su distinción, o bien se inscriba en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro».

«Como experto en la materia»

La Universitat de les Illes Balears, a través de su responsable de Comunicación, Maribel Pocoví, subrayó ayer que el escrito fue enviado a título personal por el profesor Blázquez, lo que no supone que la UIB comparta su contenido. «La Universitat no puede controlar lo que hacen todos sus profesores, que son unos 1.500; además, no hay una normativa estricta para estas cuestiones», señaló en referencia al uso del membrete oficial. «Macià Blázquez escribió la carta como profesor de la UIB y como experto en la materia, y por eso usó un papel de la Universitat», afirmó esta portavoz.