El Ayuntamiento de Ibiza tiene la intención de dar en adopción un total de dieciséis perros, de los aproximadamente treinta que están acogidos en la perrera de sa Coma. Con esta finalidad, ayer se celebró en la plaza de Antoni Albert la segunda Jornada de Adopción Responsable de Perros, organizada por el Consistorio en colaboración con la asociación Ibiza 4 Patas, dedicada a la defensa de los derechos de los animales y la protección del medio ambiente.

«Estoy muy satisfecha, porque al ser la segunda ocasión que se organiza esta jornada, todo ha funcionado mejor que el año pasado y en poco rato ya se habían adoptado tres perros, que estarán bien cuidados, en lugares apropiados para ellos y en compañías de familias o de otros perros. La verdad es que la iniciativa ha tenido muy buena acogida del público», aseguró la concejala de Salud Pública, Mariví Mengual.

Una representante de Ibiza 4 Patas señalaba igualmente que esta segunda edición había registrado una mayor afluencia de público que la primera y expresó su confianza en que la campaña de este año pueda como mínimo igualar la del año pasado, en la que se consiguieron nuevos dueños para una quincena de canes. Una jornada similar a la celebrada ayer en Ibiza se repetirá el 17 de enero en Sant Antoni, coincidiendo con la bendición de animales.

Durante toda la semana varios miembros de la asociación han estado en las instalaciones de la perrera, conociendo a los perros que se ofrecen en adopción. «Son los que se consideran los casos más urgentes, porque ya llevan mucho tiempo en la perrera y necesitan vivir en familia y que alguien se ocupe de ellos de forma responsable», señaló Fina, representante de la asociación Ibiza 4 Patas. Durante estos días se ha dado también nombre a la mayoría de los perros, aunque Fina señala que si el nuevo dueño lo desea, podrá cambiárselo.

La asociación transportó ayer a la plaza de Antoni Albert a los 16 perros para que pudiesen ser observados por el público y los interesados pudiesen elegir a su mascota. Asimismo, exhibía para cada uno de ellos una ficha con su fotografía, edad, raza, características y tiempo que lleva en la perrera.

El adoptante tenía que rellenar una ficha con sus datos y las condiciones en las que va a vivir el perro en su nuevo hogar: tipo de vivienda, si dispone de jardín o campo, si vivirá en familia o si compartirá el espacio con otras mascotas. Quienes se hayan decidido por uno en concreto, podrán retirarlo mañana en la perrera.

De estas instalaciones el animal sale con las debidas vacunas y un chip con los datos del nuevo dueño. El adoptante deberá abonar la cantidad de setenta euros para sufragar estos gastos. El primer perro adoptado ayer fue Juny, una hembra mestiza de cinco meses que irá a vivir a una casa de campo. Para su nueva familia, «es lo único» que les faltaba en casa. El segundo fue un podenco de cuatro años que estará en una casa con niños y jardín.