El Consell de Formentera se ha dirigido a la Unesco, al Ministerio de Cultura y al Govern balear para pedir el cambio de la denominación ´Ibiza, biodiversidad y cultura´, reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, para añadirle el nombre de Formentera. La petición se basa, según argumenta el Consell, en que más del ochenta por ciento del bien natural protegido, la posidonia, se encuentra en aguas de Formentera y afecta de forma directa a su sistema litoral.

La conselleria balear de Cultura ha sido la única que de momento ha contestado a la petición, y no se opone a la misma «siempre y cuando sea por consenso con Ibiza», tal y como desveló ayer el conseller de Turismo, Josep Mayans. Hasta que el acuerdo reclamado no se produzca el Govern no elevará la petición oficial al Ministerio de Cultura. Este organismo ha recibido también la demanda de Formentera, al igual que la Unesco, ya que el Consell las remitió simultáneamente. No obstante el único interlocutor que reconoce la Unesco es el Gobierno español.

«Consideramos –manifestó ayer la vicepresidenta del Consell, Sonia Cardona– que con la nueva realidad del Consell tenemos competencias sobre los bienes declarados, y como cogestores queremos el reconocimiento de que estos bienes están en nuestro territorio y por lo tanto participar y decidir sobre su gestión». Sin embargo, la vicepresidenta no aclaró cuáles eran las competencias o títulos del Consell que le permitían afirmar que posee competencias sobre bienes protegidos por la Unesco o para ser cogestor de los mismos.

El Consell de Formentera solicitó al Ministerio de Cultura poder entrevistarse con los inspectores de la Unesco que están evaluando el impacto del proyecto de ampliación del puerto y hoy se reunirá con ellos en un encuentro en el que también tomará parte el Consell de Ibiza. En representación de Formentera asistirán la vicepresidenta Sonia Cardona y los consellers de Turismo y Medio Ambiente, Josep Mayans y Silvia Tur. El presidente del Consell, Jaume Ferrer, se encuentra fuera de la isla.

La postura de Formentera

Cardona dejó claro ayer que la intención del Consell es trasladar «la preocupación» por las consecuencias que puedan tener los vertidos del dragado de la ampliación del puerto de Vila sobre la Posidonia oceanica y se interesará por la posibilidad de que el depósito submarino de lodos llegue a afectar a la estabilidad del litoral de la isla. Por su parte, el conseller Pep Mayans señaló que no quieren entrar a cuestionar la idoneidad o no del proyecto del ampliación del puerto de Vila, sino que lo que persiguen es obtener «garantías» del organismo competente de que los vertidos no afectarán a los bienes protegidos que, según él, se encuentran en Formentera. En este sentido hizo referencia a varias especies marinas citadas en la declaración del bien natural. También se refirió al informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) órgano asesor de la Unesco en esta materia. Mayans citó, concretamente, además de la posidonia, la Cladocora caespitosa (madrépora mediterránea), localizada al este de s´Espardell, a diez millas de donde está previsto realizar el vertido de los lodos. «Lo que no queremos es que en la reunión de la Unesco de julio de 2010 en Brasil, en vez de ampliar la declaración con Formentera lo que pase es que retiren el bien del Patrimonio de la Humanidad por efecto de estas obras, esa es nuestra preocupación», manifestó el conseller.

En la rueda de prensa ofrecida ayer, la vicepresidenta Sonia Cardona avanzó que la postura que defenderá el Consell será para que «la declaración permanezca y para que la gestión de los bienes sea la adecuada».

La realidad es que la Unesco no hace referencia directa a Formentera en la declaración del bien natural catalogado, aunque enumera varias especies protegidas que sólo se encuentran en la isla, como el organismo marino citado por el conseller o el localizado en s´Estany des Peix.