Las salinas de Formentera se han degradado en los últimos 25 años de forma progresiva coincidiendo, primero, con el abandono de la actividad industrial en 1984 y, más tarde, con lo poco acertado del bombeo de agua que se realizaba entre s´Estany Pudent y las salinas Marroig.

Los datos que ofrece un informe incluido en un libro sobre esta zona industrial de la isla, realizado por la empresa Salines de Formentera, es un completo estudio sobre la evolución de este entorno con el objetivo de plantear la recuperación de la actividad salinera y los pasos que hay que seguir para llevarla a cabo.

El informe realizado por el director de la compañía, David Calzada, detalla los aspectos que hay que corregir para que se tengan en cuenta en la confección definitiva del Plan Sectorial de Ordenación a la actividad salinera, tal y como recoge el PORN y el PRUG del Parque Natural.

El estudio marca tres hitos: en 1984, en 1996 y en 2008, para analizar la estructura de funcionamiento de las salinas de Formentera teniendo en cuenta factores como la estanqueidad de los cristalizadores, la conservación patrimonial y biótica y de los muros sumergidos, y la producción de sales. Hace 25 años, cuando Salinera Española dejó la actividad extractiva, los datos recogidos indicaban que el estado de conservación era más que óptimo, alcanzando, en todos los criterios, más del 80 por ciento de efectividad.

Conservación patrimonial

Destacaba especialmente el grado de estanqueidad y la conservación patrimonial y del entorno referente a la arquitectura de muros, acequias, canales y compuertas que conforman ses Salines.

En 1996 se observaba un importante deterioro de todos los elementos patrimoniales y de la conservación del entorno, que baja a un 35 por ciento de lo deseable. La producción natural de sales cae entonces en picado hasta el 25 por ciento. Curiosamente, la estanqueidad y la conservación de los muros se mantiene en un 80 por ciento.

El último análisis, realizado en 2008, indica que todos los valores están en cotas alarmantes. La estanqueidad de los cristalizadores ha desaparecido y ronda el 15 por ciento. En el mismo nivel está la conservación de muros, la patrimonial y del entorno, mientras la producción de sales no existe prácticamente, excepto el primer producto que ha sacado este año al mercado Salines de Formentera, que es la sal líquida.

Abundando en mayor detalle, el informe describe que, en 1984, con las salinas en funcionamiento, «el circuito hídrico estaba a pleno rendimiento, tanto en el canal de circunvalación como en los canales interiores, así como en la zona de concentradores de ses Illetes y en todos los cristalizadores».

En 1996, con las explotación de las salinas parada y los bombeos programados en marcha, los muros se mantienen en buen estado, aunque los suelos y canales aparecen colmatados. Las compuertas están en estado inservible y existe «contaminación por arenas provenientes de la carretera a la playa de ses Illetes, levantadas a gran altura por los remolinos de viento».

Ese año la noria de bombeo está completamente inutilizada y el canal de circunvalación de s´Estany Pudent colmatado y semiderruido. Asimismo, se apunta la contaminación derivada del paso de viandantes.

En 2008 las salinas no están operativas, con bombeos masivos por inundación que hacen bajar el grado de sal hasta los 9º. Los muros están actualmente destruidos. Los suelos y canales, acolmatados, con piedras y ablandados. Los fondos han perdido permeabilidad y las compuertas están inservibles. La contaminación por arena se mantiene. La noria de bombeo aparece saqueada, abandonada y en estado ruinoso. El canal de circunvalación de s´Estany des Peix sigue colmatado y semi derruido, al igual que las casetas de bombeo y la contaminación por paso de viandantes se mantiene.

El director de Salines de Formentera, David Calzada, reconoce que están ante un importante reto si se tiene en cuenta el enorme trabajo que queda por realizar para recuperar el espacio y explica que difícilmente podrían compensar la inversión que tiene previsto realizar con la venta de sal al menor, envasada en planta y con el valor añadido de calidad que le da la pureza del agua de mar, que es la materia prima de esta actividad.

Implicación de las instituciones

En ese sentido, destacó la importancia que tiene la implicación de las instituciones en el proyecto, sobre todo para conservar el patrimonio salinero. Esta obligación viene marcada por los planes de protección de la zona que sólo consideran compatible la actividad salinera en este entorno.

David Calzada insiste en la importancia que tiene para ellos el primer producto que han sacado de las salinas, que es la sal líquida, que se comercializa con éxito en varios países de Europa con una muy buena respuesta en el mercado. El director de la compañía apunta que la apuesta por este producto es la clave y la base del proyecto de recuperación de la producción de sal que quieren desarrollar en Formentera.

Actualmente, dos contenedores con los elementos mecánicos del molino salinero y de la planta de envasado esperan en la Plaça de la Sal (antiguo carregador de can Cosmi) para ser montados en la nave existente. Salines de Formentera sólo aguarda los correspondientes permisos para poder montar y comenzar con el plan de actuación que tiene previsto realizar para que en septiembre de 2010 pueda salir la primera producción de sal de Formentera, seca y yodada.