—¿Qué van a encontrar sus seguidores mañana, las novedades de su próximo disco o las canciones de siempre?

—El disco sale en noviembre, se llamará ´Siempre Fuertes 2´ en homenaje al primero, ´Siempre Fuertes´, que salió en el 99 y estamos celebrando estos diez años. Ahora estamos rematando la gira en la que recuperamos temas de todos los discos y siempre caen algunos de los nuevos, aunque los hacemos de forma diferente a como saldrán, con otra instrumentación, a capella... intentamos ofrecer cosas distintas.

—¿Qué novedades aporta ´Siempre fuertes 2´ con respecto a sus otros discos?

—Es un disco necesario. Muy hip-hop. Creo que se han perdido muchos valores, han cambiado muchas cosas, lo que ven los chavales ahora es diferente de lo que yo vi y quiero relanzar esas cosas que yo aprendí.

—¿A qué cambios se refiere?

—Ha cambiado todo. Para empezar no había internet. Las relaciones eran más personales, de calle, conseguías música, intercambiabas cintas, se creaban unos lazos muy fuertes con la gente. Tengo una rima que resume eso: ´Tenemos la mejor cultura del mundo, no es guasa, sólo por ser rapero otro rapero te ofrece su casa´. Y es cierto, hacías contactos aquí y allí y todo el mundo te abría su casa. Ahora es más difícil.

—Y volviendo al disco, decía que es una especie de vuelta a los orígenes...

—En este disco hay madurez si lo comparas con los primeros. Ha variado la forma de mirar la vida. No me dedico tanto a mostrar habilidades sino que aprovecho toda la capacidad lírica que ofrece el rap para decir cosas, expresar cómo me siento, siempre de forma personal... pero es un disco muy rapero, muy de puño en alto.

—Como grupo también han evolucionado mucho, de ser unos chavales de barrio a tener su discográfica y su propia marca de ropa.

—Han cambiado muchas cosas en nuestra vida. La edad y el tiempo te cambian. Cuantos más caminos recorres más cosas sabes y el plano desde el que las miras es diferente. De ser un chaval que tenías que buscarte la vida, darte a conocer, a que te llamen, te hagan ofertas y tener tu propia compañía para poder ayudar a otra gente va un trecho.

—Porque su experiencia con las compañías discográficas no ha sido muy saludable...

—Ningún artista está del todo contento porque todos tendemos a creer que merecemos más. Nuestra discográfica (SFDK Records) es un rollo altruista. La industria del disco se va a pique y no pensamos en el futuro. Nos da algo con nuestro disco, porque lo editamos nosotros, pero con los demás no. Tiramos de la gente que conocemos y de las relaciones personales y vamos más a eso que a ganar dinero.

—Pero con la marca de ropa, Lealty Brand, sí que se han convertido en empresarios.

—La ropa sí es un rollo de futuro. Hay que aprovechar, porque la música no dura siempre y tienes que cubrirte. Podríamos haber invertido el dinero en otra cosa, pero hemos intentado mantener la relación con la cultura en la que nos movemos. Cuando empezamos no había marcas de hip-hop y te ponías cualquier cosa que te viniera grande. Ahora los chavales pueden vestirse con ropa de calidad y de su cultura.

—El hip-hop ha salido de los barrios y ya es una referencia universal.

—Ya somos una música más, como el pop o el rock, estamos en todas partes. Hay gente de fuera de esta cultura que también escucha algunos grupos de rap como una música más, entre otras cosas. Se ha expandido. El hip-hop sigue teniendo su público, pero ya es cosa de todo el mundo y ha crecido como cultura.

—También vuestra popularidad ha trascendido y hace poco la gente pudo verles en un sketch de ´Cámera Café´ en clave de rap.

—Estuvo muy guay. Normalmente te piden que cantes una canción, pero esto fue otra historia, nos pasaron los chistes y nosotros los guionizamos, los grabamos y estuvimos dando pautas a los actores, además de aparecer en el capítulo. Hicimos que los actores no gesticularan para que fuera serio y que ningún rapero se sintiera humillado. Fue algo curioso y muy divertido.

—¿Cómo ve la salud del rap y de la cultura hip-hop en general en España?

—Muy bien. Soy muy positivo. La salud de la industria musical es mala, pero la del rap es muy buena. Cada vez hay más grupos que se dan a conocer y que hacen más cosas, más revistas especializadas, más premios y más diferencias entre unos y otros. Antes todos seguíamos los patrones de los grupos de Estados Unidos, ahora el rap cada vez se abre más y toca más palos. Hay más confrontación entre nosotros y cada uno aporta algo y eso es muy bueno.

—¿Las descargas por Internet están haciendo daño al hip-hop?

—Sí, porque el hip-hop no tiene ventas masivas. Nosotros llegamos a vender 40.000 copias y hemos notado el bajón. Bisbal o Alejandro Sanz lo notan, pero siguen vendiendo mucho y ganando mucho dinero. De todas formas, la gente descarga más de lo que puede escuchar. Antes te comprabas un disco y lo escuchabas decenas de veces y ahora la gente se descarga discos que no escucha. Tenemos suerte de que tenemos muchos seguidores fieles que nos apoyan, pero creo que las descargas hacen más daño a los pequeños que a los grandes.

—En algunos blogs de Internet corre el rumor de que se van a separar y de que este es su último disco...

—[Risas] A la gente le gusta mucho hablar y como nos había llegado el rumor hemos metido un verso de coña sobre este tema en la intro del disco. Puede que este sea nuestro último CD, porque lo digital va a acabar comiéndoselo todo, pero nuestro último trabajo te aseguro que no.