Una vecina, promotora de una futura asociación, denuncia que los turistas están robando «piedra a piedra» el acueducto romano de s´Argamassa, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por el Consell de Ibiza en 1998. María Jesús García Ojos Negros, vallisoletana residente en s´Argamassa desde hace tres años, presentó una denuncia el pasado 6 de agosto en el Ayuntamiento de Santa Eulària.

«El acueducto está sumido en el olvido, en el abandono y está muy deteriorado», comienza el escrito recogido por el Consistorio. La funcionaria lo remitió a Patrimonio, «y no hicieron nada más», comenta García, que resalta el «valor histórico» de este acueducto romano, uno de los dos que hay en la isla.

«Los turistas que conocen la importancia de este monumento, sobre todo los alemanes, deciden llevarse una piedra de más de 2.000 años de antigüedad a su casa como recuerdo», comenta indignada la denunciante, que dice contar con el apoyo de los vecinos y comerciantes de la zona de s´Argamassa.

«Debido a la dejadez en la que se encuentra el acueducto un día de este verano varias personas estuvieron a punto de llevarse un pedazo grande en un vehículo», explica esta mujer. Como prueba de lo «fácil» que es robar este BIC García acudió ayer a la redacción de Diario de Ibiza con una piedra que formaba parte del acueducto en el bolso, aunque piensa devolverla, según explicó ella misma.

El miércoles pasado García remitió una carta a los vecinos y hosteleros de la zona y dice haber obtenido una «excelente respuesta». En su misiva pide la colaboración de todos para proteger el acueducto y declarar la zona como «de interés público».

Por este motivo, García ha promovido la creación de una asociación cuyo objetivo fundamental será pedir a las instituciones que restauren, protejan y señalicen adecuadamente el acueducto para que pueda ser visitado por todos los residentes y turistas que lo deseen.

«Vía de interés cultural»

De esta forma la zona de s´Argamassa «se revitalizará» y se convertirá en una «vía de interés cultural», según García, que dice tener ya el apoyo de un hotel cercano a su casa que les cederá una sala para que se reúnan cuando quieran y puedan constituir la asociación.

El informe elaborado por el experto Antonio Blanco Freijeiro en 1982 para solicitar la declaración de este acueducto como monumento histórico-artístico recuerda que los restos «consisten en vestigios de un acueducto destinado a conducir agua del mar hasta un lugar situado a más de 400 metros de su punto de arranque, donde su trazado se pierde en una acequia cubierta de espesa vegetación». En su punto de mayor altura, el acueducto, que fue construido en la época del Imperio Romano, alcanzaba unos 2,50 metros de alto.