—Usted es muy asiduo a Ibiza, ¿qué le atrae tanto de la isla?

—La primera vez que vine a Ibiza fue hace cinco años y fue un flechazo, enseguida me enamoré de la isla. Ahora me estoy haciendo una casa aquí y espero que dentro de poco la pueda fotografiar y colocar mi arte ahí, y así tendré una razón para venir más a menudo.

—¿Tiene pensado trabajar con otros artistas en la isla o tiene algún proyecto en mente?

—Lo que hago habitualmente es trabajar con gente del sitio adonde viajo. Uno de los proyectos en los que estoy trabajando en Australia es con los aborígenes y sobre la sociedad Indio-Americana. En Ibiza me gustaría trabajar con el arte puro de la isla, para crear algo muy bonito y particular, que se pueda exportar y se dé a conocer.

—Ha presentado recientemente su último libro en Berlín, ¿cómo fue?

—Realmente bien, muy diferente a las presentaciones en Nueva York, que son muy frenéticas y glamurosas, rodeadas de celebridades. Pero la galería donde presentamos las obras es la galería base de otros fotógrafos de prestigio como Peter Lindbergh, Irving Penn, y el fallecido Richard Avedon, por lo que fue un gran honor para mí exponer ahí. Fue un evento muy elegante y en una galería increíble.

—Es su primer libro en solitario...

—Sí, es el primer libro importante en solitario. He colaborado en muchos libros de otros artistas anteriormente y he publicado libros patrocinados por diferentes empresas. Pero ésta ha sido una gran oportunidad para expresarme como artista, sin tener ninguna marca detrás, sólo yo mismo.

—Este volumen incluye fotografías de algunas de las mejores top-models del mundo. ¿Qué prefiere para trabajar: la fotografía de moda, el mundo aborigen o plasmar paisajes?

—Me he dado cuenta que los fotógrafos a los que admiro tienen un campo artístico muy amplio. Es difícil elegir. Por eso cuando me preguntan qué me gusta más si fotografiar modelos, celebridades, aborígenes o paisajes, contesto que es cómo si se pregunta a un padre cuál es su hijo preferido… (risas) Por el momento me gusta todo por igual. Es una perspectiva muy amplia. Por un lado, el hecho de fotografiar aborígenes está cargado de significado y conciencia hacia una cultura, ya que hay un causa detrás. Por otro lado, el retrato a modelos es un trabajo muy íntimo para mí, ya que trato de reflejar el lado más íntimo y personal de las modelos, a un nivel muy privado.

—Las modelos comentan que a usted le gusta plasmar sus fotografías en paisajes extraños y diferentes ¿eso también lo encuentra en Ibiza?

—Absolutamente, cuando estoy en Nueva York y comento que me gustaría hacer una sesión fotográfica en Ibiza la reacción es siempre de alegría y asombro. Ibiza es un buen lugar para hacer un shooting, es un sitio que provoca a todo el mundo. Aquí uno encuentra elementos básicos, espiritualidad y mucha energía.

—¿Le inspira la isla para trabajar?

­­––Sin duda. Es un lugar que ofrece muchas cosas y la belleza es impresionante, realmente deja sin habla. Siempre que traigo a alguien para fotografiarlo aquí obtengo un resultado fantástico. La gente se siente motivada, comprometida con el proyecto y muy a gusto.

—¿Hasta que punto está la crisis afectando al mundo de la fotografía?

—Está afectando a todo en general. A nivel de los negocios, de las finanzas, etc.. Pero desde mi punto de vista es un buen momento para concentrarse en el arte y explorar la creatividad de cada uno. Ahora me estoy centrando más en crear las imágenes más fascinantes del mundo y menos en ganar mucho dinero. Mucha gente está cambiando su percepción sobre la vida ahora. La gente esta menos centrada en el dinero y lo material y más concienciada en otros aspectos más importantes de la vida.

—¿Hacia dónde se dirige la fotografía en la era digital?

—Cuando empezó la fotografía digital todo el mundo estaba muy asustado y les parecía horrible. Había mucha diferencia con la cámara reflex y todos lo criticaban. En cambio ahora ha llegado a ser equiparable al film. Actualmente con la cámara digital todo el mundo tiene la posibilidad de hacer una foto bonita, pero eso no te convierte en fotógrafo.

—¿Eso significa que el verdadero artista está más valorado?

––Sí, de hecho es ahora cuando el artista tiene que demostrar sus verdaderas cualidades y tiene la oportunidad de mostrar su arte. Todo aquel que se sienta un artista tiene que empujar y probar por qué sus fotografías son mejores, ya que todo el mundo puede coger una cámara y fotografiar. Desde mi punto de vista es un momento fantástico para el arte.

—Algunas modelos temen al Photoshop, ¿qué es más importante hoy en día, la labor del fotógrafo o del software para el retoque?

—El Photoshop es una herramienta y se tiene que utilizar responsablemente. Cuando empezó hubo un debate sobre lo que se podía llegar a hacer y lo que realmente se debía hacer. Cuando llegó a nuestras vidas podíamos convertir a una mujer mayor en una chica joven y era increíble. Pero luego la mujer se tenía que excusar diciendo que llevaba mucho maquillaje. Todos nos dimos cuenta de que podías hacer animaciones muy bonitas pero de poco significado y sin sentimiento.

—¿El Photoshop está desvirtuando el valor y el sentido de la fotografía?

­­––Lo que realmente queremos ver es a las personas tal y como son, independientemente de si tienen 70 ó 17 años. Ahora se utiliza de forma más sensata. Yo utilizo el Photoshop cuando quiero eliminar un grano o una mancha de la ropa, pero cuando no impacta a la imagen de la persona. Me gusta reflejar en mis fotos a la persona tal y como es.

—Pero se usa mucho para que la gente parezca más joven y delgada…

—Sí, se utiliza mucho con las celebrities. Pero cada uno tiene que decidir dónde está el límite y lo que está bien o mal. Si ayudas a que alguien se sienta un poco mejor consigo mismo está bien retocar alguna cosa, pero no abusar porque si no, no tiene sentido la fotografía.

—¿Qué piensa sobre el uso futuro de la imagen a través de la telefonía móvil, cree que afectará también a la fotografía?

—Siempre existirá la fotografía fina, considerada como pieza de arte, que cuelga en la pared o está incluida en un libro. Pero la nueva generación de PDA y teléfonos móviles, que se han convertido en mucho más que simples teléfonos, son buenos para motivar a la gente joven a hacer fotos. Es algo que tiene cosas buenas y malas. Es fascinante que a través de un teléfono puedas sacar una instantánea bonita.

—¿Pero los teléfonos móviles del futuro son algo más que eso?

––Les llamamos teléfonos pero de hecho se trata de ´aparatos personales´, ya que te permiten trabajar, comunicarte, organizarte la agenda, hacer fotos... Juegan un papel importante en la sociedad. Estos ´aparatos personales´ sustituirán a los ordenadores, será lo mismo pero en pequeño. Lo bueno de esto relacionado con la fotografía es que la gente se puede bajar fotos bonitas, pagar por ellas y donar este dinero a organizaciones benéficas. Los usuarios obtienen una buena foto en su teléfono colaborando con una buena causa.

—¿Con quién, dónde y en que paisaje trabaja mejor?

—Depende del humor de la persona y del tiempo que haga en el destino… (risas). Es difícil de decir. Estoy trabajando en diversos proyectos, he hecho uno con Adriana Lima y otro con la jugadora de volleyball Gabrielle Reece, uno rodado en Nueva York y otro en Los Angeles. El siguiente proyecto será en Australia. Me encanta viajar, es mi pasión.