El emisario que vierte las aguas depuradas de Formentera ha soltado de forma descontrolada desde el pasado miércoles en el corazón del Parque Natural de ses Salines en Formentera un importante caudal de aguas fecales, con elementos orgánicos en suspensión. La causa está directamente relacionada con la reducida capacidad de la estación depuradora de la isla, situada en Sant Francesc, dependiente de la conselleria balear de Medio Ambiente. Esta instalación tiene una capacidad de depuración estimada en 14.000 usuarios, cuando en la actualidad Formentera soporta una presión en torno a las 40.000 personas. Al cierre de esta edición, el conseller de Infraestructuras, Bartomeu Ferrer, afirmó que el problema estaba solucionado y que hoy mismo seguiría trabajando para evitar que esta situación volviera a repetirse.

La canalización submarina por donde se vierten al mar las aguas depuradas llega a 18 metros de profundidad y tiene una longitud de unos 400 metros. Este tubo tiene una serie de desperfectos, a lo largo de su tendido, que hacen que el agua salga por distintos puntos. El resultado es una mancha marrón, cuyos efectos afectan a la transparencia y aumentan la turbidez del agua. El vertido también tiene consecuencias sanitarias, ya que las aguas fecales que salen por el emisario de la Savina contienen elementos orgánicos y sólidos, como se puede ver en las imágenes, que demuestran la falta de la adecuada depuración.

El biólogo marino y director del centro de buceo Vell Marí, en la Savina, Manu San Félix, ha sido el primero en denunciar públicamente el vertido manifestando su indignación por una situación que esta infraestructura sufre desde hace años: «El emisario de la Savina vierte en pleno Patrimonio de la Humanidad, en el Parque Natural, y nos estamos cargando la posidonia». Además, apuntó que el caudal de aguas fecales que sale desde hace dos días por la citada canalización contiene elementos que pueden afectar a la salud y que deterioran los fondos y el ecosistema de las aguas del Parque Natural. San Félix indicó que otros profesionales del submarinismo de recreo, con base en Ibiza y que frecuentan aguas de Formentera, le han transmitido su preocupación por la presencia de la mancha. Durante toda la tarde ayer las corrientes marinas dominantes en esta zona llevaron el vertido hacia la zona de ses Illetes, donde a diario fondean centenares de yates de lujo.

Manu San Félix y su equipo de profesionales están evaluando los daños del vertido y enviarán muestras físicas e imágenes al Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil y a las conselleries de Medio Ambiente del Consell de Formentera y del Govern balear para que tomen las medidas oportunas.

La estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Formentera lleva varios años presentando serias deficiencias, a pesar de que la conselleria balear de Medio Ambiente, de quién depende, haya mejorado su capacidad de depuración en los últimos tiempos.

El conseller de Infraestructuras, Bartomeu Ferrer, insistió a última hora de ayer en que «el problema está resuelto» y precisó que éste estaba directamente relacionado con un atasco en una de las cañerías que ha provocado un colapso. El conseller añadió que a lo largo de la mañana de hoy dará más explicaciones sobre lo ocurrido y que, en cualquier caso, el equipo de gobierno estudiará las causas que han provocado el vertido para poder dar una solución eficaz a la presión que soporta, durante un mes al año, la EDAR de la isla.