Los Tedax (técnicos especialistas en desactivación de artefactos explosivos) de la Guardia Civil, inspeccionaron un coche abandonado el martes a las siete de la tarde en Santa Eulària, lo que generó gran expectación aunque finalmente se trató de una falsa alarma, según informaron ayer desde la dirección insular del Estado.

, al igual que el resto de Balears, se encuentra en estado de Alerta 1 después del atentado de ETA de este verano en Mallorca en el que murieron dos guardias civiles, el pasado 30 de julio, así como de la colocación de tres bombas en locales turísticos de Palma.

Dos jóvenes, un hombre y una mujer, dejaron abandonado un turismo marca Renault 19 descapotable de color marrón y matrícula de Bilbao el martes sobre las siete de la tarde cuando vieron un control de la Guardia Civil en Can Guasch, en la circunvalación de Santa Eulària. Se desconoce el motivo por el que huyeron estas dos personas, que aún no han sido localizadas.

Cuatro detonaciones

Los Tedax realizaron cuatro pequeñas detonaciones controladas, «un protocolo habitual» en estos casos, según fuentes de la dirección insular, desde donde restaron importancia al suceso.

Los agentes del Grupo Rural de Seguridad (GRS) de la Guardia Civil activaron el protocolo y acordonaron la zona, «por seguridad y prudencia», según la dirección insular. En primer lugar, abrieron el maletero y para ello realizaron una pequeña detonación. Otras tres explosiones de escasa potencia fueron forzadas por los Tedax, que desactivaron el protocolo sobre las diez y media de la noche y se llevaron el vehículo al depósito de la Guardia Civil.

Los especialistas en explosivos revisaron a fondo el coche y cuando tuvieron claro que no había ningún peligro decidieron poner fin a la operación, que sembró la inquietud entre los vecinos de Santa Eulària.