Después de una noche muy difícil de lucha contra las llamas sin poder contar con la ayuda de los medios aéreos la conselleria de Medio Ambiente dio ayer a las 18,30 horas por controlado el incendio de Punta Xarraca, que ha arrasado 20 hectáreas de masa forestal, según las estimaciones del Govern balear.

El fuego comenzó sobre las ocho y media de la tarde del sábado cerca de Cala Xarraca, en un lugar conocido como es Pujolet. Aunque se desconocen las causas del incendio, varios habitantes de la zona especulan con la posibilidad de que pudiese haber sido provocado y apuntan varias hipótesis, una de ellas relacionada con un paquete de tabaco abandonado, que, según algunos testigos, estaría en poder de la Guardia Civil. El conseller de Medio Ambiente, Albert Prats, que estuvo por la mañana en el lugar del suceso, comentó que la primera impresión obtenida tras hablar con los responsables de las emergencias es que el origen del fuego «podría ser una grave imprudencia», aunque no se descarta ninguna hipótesis y será la investigación la que aclare las causas definitivas.

Las llamas avanzaron rápidamente desde Cala Xarraca hacia es Canaret. Toda la zona de Punta Xarraca quedó iluminada ayer por la noche con unas espectaculares llamaradas. Los medios aéreos apenas pudieron actuar media hora, hasta que empezó a anochecer. Entonces comenzó una denonada batalla terrestre para contener las llamas y evitar que el fuego se extendiese, según comentaba ayer, agotado tras toda una noche sin dormir y trabajando intensamente, Pablo Gárriz, técnico coordinador del servicio de emergencias del 112 del Govern en Ibiza y Formentera.

«Está estabilizado», explicó Gárriz, aunque quiso ser prudente. Los medios aéreos trabajaron hasta las seis de la tarde y un retén continuó en tierra, a pesar de que el incendio ya está controlado. En el monte les acompañaban 50 operarios de los cuerpos de emergencias.

La noche anterior alrededor de 70 personas permanecieron en la zona, entre ellos un gran número de bomberos, miembros de la Dirección General de Emergencias y agentes del Institut balear de la Natura (Ibanat), algunos venidos desde otras islas. Hasta Cala Xarraca también se desplazaron varias ambulancias del 061, que no tuvieron que intervenir, la Policía Local de Sant Joan y efectivos de la Guardia Civil, que regularon el tráfico y comenzaron a tomar pruebas para la investigación.

Voluntarios de toda la isla

En las labores de extinción participaron por la noche 30 voluntarios de Protección Civil de toda la isla, la mayoría de las agrupaciones de Sant Joan y de Santa Eulària. A las ocho y media de la mañana nuevos voluntarios relevaron a sus compañeros, agotados tras una noche de mucho trabajo y tensión.

El fuego obligó a desalojar dos viviendas de la zona, según la conselleria, cifra que el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, Carraca, elevó a cuatro, Can Pep Mayans y tres chalets de la zona de es Canaret, que no estaban amenazados por las llamas como la primera casa pero sí situados en un lugar al que se accede por un camino muy estrecho y que podría haber quedado cortado si se hubiese producido un cambio en la dirección del viento.

El calor y un posible cambio de viento son los dos peligros más importantes para que un fuego pueda reavivarse. Sin embargo, fue curiosamente el viento, que sopló en dirección al mar, un aliado importante para que el fuego pueda estar controlado ahora, ya que de otra forma podría haberse extendido por los montes de la zona.

Un avión de vigilancia coordinó ayer el trabajo del resto de medios aéreos: otros dos aviones anfibios con carga en tierra que repostaron agua en el aeropuerto, un hidroavión Canadair de carga en el mar y tres helicópteros que se abastecieron en piscinas y balsas de riego de la zona. Alrededor de 50 profesionales especializados de la conselleria de Medio Ambiente trabajaron para suministar agua mediante tanquetas.

El Govern estableció por la noche el nivel 1 de alerta, por la cercanía de las llamas a las viviendas, pero ayer lo rebajó a nivel 0.

El Consell Insular de Ibiza analizará hoy el impacto ecológico del siniestro, que es considerable según diversas fuentes. El pinar quemado, que tiene una importante presencia de sabinas, estaba en el último estadio de regeneración. No obstante, como las llamas se propagaron muy rápido es posible que esta regeneración sea también rápida, según fuentes especializadas. Aunque el impacto ecológico será importante el paisajístico no lo es menos. Ayer mismo ya se podían apreciar las secuelas del incendio en esta zona del norte de la isla, de gran belleza.

No es la primera vez que se producen incendios en la zona de masa boscosa ubicada entre Punta Xarraca y Cap Blanc, según explicó in situ el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, que apenas durmió la noche del sábado, al igual que muchos otros vecinos, voluntarios y los miembros de los cuerpos de emergencias.

El alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, y el conseller de Medio Ambiente, Albert Prats, agradecieron la labor de los voluntarios de Protección Civil y de los operarios del Ibanat, de la Dirección General de Emergencias, de los bomberos y de las demás fuerzas de seguridad que participaron en las labores de extinción.