El ingeniero industrial Ángel Guerrero ha llevado a cabo su investigación desde Ibiza. La tesis doctoral ha estado dirigida por el doctor Frederic Marimon Carvajal, de la Universidad Politécnica de Catalunya, y el doctor Francesco Pesavento, de la Università degli Studio di Padova, Italia. El trabajo está escrito en inglés y lleva como título ´Contribution to the Advanced Analysis and Prevention of the Mechanisms of Natural Fire Induced Structural Collapse in High-Rise Buildings´ (´Contribución al Análisis Avanzado y Prevención de Mecanismos de Fallo en Edificios de gran Altura en Caso de Incendio´).

—¿Podría resumir de qué trata esta investigación?

—Es una tesis que hice en el departamento de Resistencia de Materiales de la Escuela de Ingenieros Industriales de Barcelona, Universidad Politécnica. Está muy relacionada con la extinción de incendios, por lo que asistieron al acto de la lectura unas sesenta personas, entre ellas jefes de cuerpos de bomberos. El trabajo tiene 850 páginas, pero se puede explicar en pocas palabras. Básicamente hay dos aspectos. El primero, ver cómo afecta un incendio a las estrucutras de hormigón de un edificio de gran altura, según diferentes parámetros: desde el punto de vista de su comportamiento ante el fuego, hasta su propensión a experimentar spalling (rotura violenta o progresiva) de las capas más superficiales de hormigón cuando un elemento estructural está sometido a altas temperaturas. La rotura se produce cuando el hormigón, elaborado con cemento de gran resistencia, explota debido al vapor de agua que se produce en su interior. En segundo lugar, he analizado el efecto de un espectro de procesos de enfriamiento forzado sobre las estructuras de los rascacielos, análogos a los que pueden introducir los bomberos al dirigir el rayo de agua de una manguera contra la superficie de una estructura caliente.

—¿Usted viene a decir que el chorro de agua fría de los bomberos sobre un pilar de hormigón sometido a las altas temperaturas de un incendio puede causar que esa estructura explote?

—Esto nunca se había estudiado y las conclusiones son muy útiles tanto para los bomberos como para los diseñadores. Le puedo decir que una aplicación larga de un chorro de agua sobre una superficie caliente es muy desfavorable. El hormigón se degrada mucho en la superficie, lo que lleva a que se fisure, que no resista tanta carga, a que deje las armaduras descubiertas. Y claro, cuando una armadura ya está descubierta, aguanta segundos o unos pocos minutos al fuego. Esto se materializa en una serie de recomendaciones muy prácticas para los bomberos, a quienes se les dice: si estáis en esta situación, no hagáis enfriamiento directo del pilar.

—¿Cómo se le ocurrió iniciar esta investigación?

—Fue al entrevistarme con mi director de tesis. Hace mucho tiempo que se habla del spalling, pero está muy poco estudiado. Se estudia a nivel experimental, pero no a nivel de cálculo. Y como los hormigones de alta resistencia se usan en todo el mundo en edificios de más de seis pisos y el enfriamiento a partir de un incendio nunca había sido estudiado, pensamos que iba a ser muy útil tener un conocimiento científico en este aspecto. Lo principal de una tesis es aportar algo nuevo, por tanto, era una ocasión ideal.

—¿Y cómo ha podido hacerlo desde Ibiza?

—Con paciencia. La limitación de medios, la carencia de subvenciones me ha obligado a costearlo todo de mi bolsillo. Me he tenido que mover mucho, he tenido que ir a Italia y hacer estancias allí, ir a Barcelona decenas de veces. Contactando con gente de la Universidad de Padova he tenido acceso al software más complejo y más novedoso que hay en la materia... Los estudios de doctorado los empecé hace nueve años, ya que al principio tenía que irme a Barcelona a hacer unas asignaturas. Luego tuve que hacer trabajos de investigación, después publicaciones en congresos... Y lo que es la tesis en sí, dos años y pico.

—Para superar todos estos inconvenientes, debía tener alguna motivación muy fuerte...

—Lo que me ha movido básicamente es la inquietud, el estancarme y no progresar y la conciencia social. Para mí es muy importante poder llegar a ayudar a los demás y sólo hay tres vías para hacerlo. Una es con dinero, que no tengo; otra con trabajo físico de irte a un lugar donde sea necesaria tu ayuda, que tampoco puedo hacerlo, porque tengo dos hijos y lo primero es lo primero, y mi tercera vía era investigar. Investigar en ingeniería dirigida a erradicar la pobreza extrema. Por ejemplo, en cómo puede afectar el cambio climático a las estructuras de zonas costeras, que son especialmente vulnerables en las áreas donde hay mucha pobreza. Así pues, la única vía para mí de llegar a esa racionalización de la conciencia social era hacer la tesis doctoral e investigar.

—Y supongo que ha contado con el apoyo de alguien en esta empresa.

—Le contestaré en positivo, porque en negativo, la respuesta sería delicada. Durante estos nueve años ha habido diversos agentes que, de forma directa o indirecta, me han aupado para llegar a este final del principio. A nivel profesional, mi director de tesis español, el profesor Frederic Marimon, me ha enseñado sobre todo a perseverar, a tener una paciencia infinita y a saber volver a empezar, mientras que mi director de tesis italiano, el profesor Francesco Pesavento, me ha mostrado la generosidad, desde el merecido privilegio del conocimiento más avanzado. En lo personal, mis hijos Aníbal y Aitor me han hecho pasar los malos momentos con una sonrisa de ángel. Y mi madre, con su clarividencia, mi padre, también doctor, por sus múltiples empujones de moral, y mi hermana Eva, que me apoyó aun en la distancia. Todos ellos han sido el eslabón de cadena que me ha permitido izar el ancla.

—¿Cómo va a utilizar ahora este título de doctor?

—A través de dos vías, una inmediata y otra más larga. La inmediata es difundir lo máximo posible lo que he aprendido en esta tesis. Ya me han solicitado que vaya a la jefatura de bomberos de Barcelona a dar una charla sobre esta cuestión, a nivel muy práctico, porque es lo que más necesitan los servicios de extinción. Además, tengo planeado hacer un documento de síntesis en una versión accesible al público no especializado y luego hacer publicaciones en revistas más especializadas. A más largo plazo, he iniciado contactos con dos universidades, una de Francia y otra de Italia y con un centro tecnológico internacional para incluirme en grupos de investigación y realizar proyectos científicos. Es un trabajo lento. La mayoría de estos grupos están integrados en universidades o administraciones públicas y están financiados, pero en ese aspecto, siempre hay problemas. A lo mejor te financian al 50 por ciento, pero el resto tiene que venir de alguna parte. Sé que acabaré trabajando a fondo perdido, pero esa es la parte altruista de toda esta historia.

—¿En España la investigación en ingeniería está más o menos promovida que en otras áreas?

—Debería estarlo mucho más. En general, la investigación está poco promovida en este país, y muy mal pagada. Pero eso no es lo importante. Lo importante es que ahora, que tanto se habla de salir de la crisis con un buen impulso a la investigación, debería estar mucho más apoyada. Sobre todo, es una cuestión de concienciación. Si la gente no se conciencia de los beneficios de la investigación, no hay nada que hacer.