El escultor israelí afincado en Formentera Aaron Keydar presenta una muestra de su obra en la sala del Club Diario de Ibiza desde mañana a las 20 horas hasta el 5 de junio. Será la primera exposición de un artista de la pitiusa menor en esta sala y la primera de Keydar en Eivissa a título individual en los últimos veinte años. Unas treinta piezas de maderas autóctonas como el olivo, el álmendro o el enebro, las más habituales que trabaja el escultor, que se presentan con el título genérico de ´Dar vida´.

«La madera que yo cojo procede siempre de un árbol que está muerto desde hace años y años. Pero a fuerza de trabajarlo, se consigue dar vida a esa pieza. De ahi viene el nombre», confiesa Keydar, quien siempre que puede obtiene la materia prima en su isla, pero en los últimos años esta tarea se ha ido complicando, debido a la evolución de la forma de vida de la sociedad isleña.

Cuando empezó, en los años setenta, era más fácil, los mismos payeses le facilitaban los troncos de olivos y otros árboles, pero ahora, «todo el mundo tiene su motosierra y descuartizan la madera para hacer leña –comenta–. Ahora tengo que venir a Eivissa con el coche y cargarla. Encontrar olivo se ha puesto muy difícil. Además, aunque los barcos son ahora más rápidos, se tarda mucho más, porque encontrar aparcamiento en el puerto es casi imposible».

Aaron Keydar tiene 66 años y vive en Formentera desde 1971. Conoció la isla en un viaje de turismo cuando tenía 28 años y vivía en Londres, donde trabajaba como arquitecto. Vino a España en un viaje de dos semanas en el que se incluía una escapada de dos días a Formentera. Pero se quedó prendado de la isla. Solamente regresó a la capital británcia para dejarlo todo y volver a la pitiusa menor para quedarse. «¿Qué fue lo que me encontré en la isla? Pues en Formentera descubrí el ruido del silencio», afirma sin inmutarse.

Eran otros tiempos. Los precios estaban muy baratos y se alquiló una casa vacía, pero tenía que amueblarla. Decidió recoger madera de la playa para ir construyendo los muebles. Al romper una madera vio la forma de una cara y empezó a esculpirla. Así, cuando llevaba ya varios años en la isla descubrió que ese trabajo le gustaba y empezó a practicarlo en plan de hobby.

Con el dinero de Londres había podido vivir sin problemas. Estuvo varios años esculpiendo porque le gustaba, pero sin ninguna intención de exponer su trabajo. Hasta que le propusieron hacer una exposición en Milán, que aceptó por considerarlo una experiencia nueva. «En dos semanas se vendió todo. Hostia, pensé, si puedo vivir de esto».

Presente en el Salón de Primavera

Su primera muestra artística individual en Eivissa fue en 1978, en el Salón de Primavera del Museu d´Art Contemporani. Desde entonces ha realizado una veintena de exposiciones en Italia, Alemania, Valencia, Israel, Estados Unidos y sobre todo Formentera. En Eivissa no exponía desde 1988, en que se presentó en la sala de cultura de Sa Nostra y también en la Fundación Carlos Dudek de Sant Josep, en el marco de la muestra artística internacional en memoria del rey Carlos III.

Los años 80 y 90 fueron muy prolíficos para este artista, pero desde el año 2000, en que se presentó en Florida, Keydar no había vuelto a mostrar su trabajo. Ahora en Club Diario presenta su obra de los últimos nueve años. A pesar de que recientemente no exponía, sigue trabajando sin tregua y sin descanso, asegura, todos los días de la semana y todas las semanas del año.

Keydar es un artista muy bien considerado en Formentera, hasta el punto que fue una de sus obras la elegida por el Ayuntamiento de la isla para obsequiar a los Reyes de España en el transcurso de su visita oficial a las islas en 1994. Se trata de una talla realista que representa a una pareja y que fue muy apreciada por don Juan Carlos. También es el autor de un crucifijo que forma parte de la colección de arte religioso de la iglesia de Sant Francesc.