Cis Lenaerts, arquitecto y pintor de origen belga y afincado en Eivissa desde hace cuarenta años, expone a partir de hoy en la galería de Vila Via 2. Su última muestra se pudo ver durante el pasado mes de mayo en la sala del Club Diario de Ibiza donde ofreció su visión de la tridimensionalidad «sin buscar la perspectiva». Ésta fue una de las características de aquella colección de cuadros de Lenaerts. Dos columnas de cuadros situadas en paralelo contrastando sus colores con los fondos supusieron «una ruptura» con todo lo que pudo verse en el resto de la muestra.

En esta ocasión, Lenaerts presenta una serie de 37 lienzos abstractos con «rastros figurativos», tal y como definió el trabajo el director de la galería Via 2, Carles Fabregat. Colores azules, rojos y amarillos. Todos ellos con matices «muy personales» ya que el pintor utiliza pigmentos [la mayoría de los utilizados en la manufactura y en las artes visuales son colorantes secos, usualmente en forma de polvo fino] en vez de acrílicos u óleos. «Es una forma de conseguir el color personal, ya que con la mezcla de estos materiales resulta imposible conseguir nunca tonos idénticos», remarcó ayer el artista durante la presentación de la muestra, que se inaugurará hoy a partir de las 20 horas y permanecerá abierta hasta el 14 de marzo. «Me gusta mucho el tono mate que resulta de la mezcla de pigmentos en vez de resignarme al brillo de algunos acrílicos en las telas», subrayó el pintor.

Lenaerts insistió, como en su última exposición, en que su obra mantiene «una evolución que tiende más hacia la parte lírica y menos a la geométrica». A pesar de todo, las figuras geométricas conforman la base de sus trabajos, a excepción de algunos cuadros en los que aparecen indicios del arte figurativo, como una tela en la que pintó lo que podrían ser retazos de una zona urbana. «Tengo nostalgia de la contrucción», admitió el artista.

En algunas de sus obras, además del figurativo surgen rasgos de elementos orgánicos como el agua. El mar forma parte de dos cuadros de gran tamaño cuyas olas se observan a través de pequeñas ventanas.

El pintor mantiene los azules de sus primeros años y utiliza en esta ocasión papel seda y de periódico que junto con masilla consigue una serie de texturas con cierto relieve que otorgan un mayor cuerpo a sus trabajos. Aparecen, no obstante, los colores luminosos, que junto con los azules clásicos crean tonos más vivos y relucientes. «Creo que estoy en mi renacimiento», señaló irónicamente Lenaerts, quien confesó que pinta varias horas cada día y esta disciplina desemboca en una evolución artística en la que cada vez se siente «más a gusto». «Cuánto más tiempo dedica uno al arte, más garantizada tiene la evolución», remarcó.

Lenaerts acaba de ilustrar un libro de Iolanda Bonet. «Más que ilustrarlo he traducido los textos de prosa poética de su obra ´Darrere de les ones´. «Creo que hay que leer el texto y meterse dentro para poder traducirlo a imágenes con un lenguaje abstracto», señaló el artista.