Ha empezado la campaña electoral; la primera de ellas. No quepo en mí de gozo. Todos los partidos intentarán convencernos, durante una quincena, de que ellos suponen la mejor opción. Eso sí, algunos lo harán únicamente desde la casa de Bertín Osborne. Líbrenme de criticar que un programa de entretenimiento haga entrevistas electorales. Los que me parecen cuestionables son quienes no tienen los redaños de enfrentarse a algunos periodistas que -seguramente- les pondrían las cosas algo más difíciles.

Suelo decir que nunca hay que menospreciar la capacidad de algunos de pegarse un tiro en el pie. En Balears, quien mejor lo ha hecho -a priori, quedan aún días: no subestimen a nadie- ha sido Ciudadanos. Se publicaron unos audios de Joan Mesquida que forman parte del sumario del caso Cursach -que ahora se tambalea como un castillo de naipes-. Se le oía conversar amigablemente con el número 2 del magnate, Tolo Sbert. Éste le pedía ayuda para un informe sobre el nivel de ruido de un concierto de David Guetta que iban a organizar cuando Mesquida trabajaba en el área de turismo del Ayuntamiento de Calviá. Cómo no, se lo arregló personalmente. En la misma charla, quedaban confirmadas cinco entradas para ese mismo espectáculo en zona VIP para el ahora candidato naranja. Y, poco después, un pase para su mujer de un mes y medio en el gimnasio Megasport. Hay que ser cutre.

La justicia no ha visto ningún hecho delictivo en esas conversaciones. Mesquida no ha sido nunca investigado en esta causa, aunque sí los dos técnicos municipales que son nombrados en la charla. Casualidad. Pero una cosa son las responsabilidades penales y otra las consecuencias políticas, sobre todo de aquellos que venían a regenerarla. Resulta ahora que las invitaciones a conciertos son habituales. Y aceptarlas, también. Cuando se le pidieron explicaciones, Mesquida adujo que había intercedido en la tramitación del informe de ruidos porque no era de su departamento para, acto seguido y sin despeinarse, argumentar que había acudido con cinco amigos al espectáculo para comprobar personalmente que -efectivamente- no sobrepasaba el nivel de decibelios permitido.

A estas alturas, ya se les habrá quedado cara de tontos. Es un ejemplo más de que quienes tendrían que velar por el descanso de los vecinos en realidad lo hacen por su propio interés. Y debe de ser muy agradable, a juzgar por lo que les cuesta a algunos dejarlo. Resulta que a José Ramón Bauzá le han denegado un farmacéutico sustituto para su botica en Marratxí porque tener 'agenda nacional e internacional' no es suficiente eximente para su presencia física. Quién querría trabajar pudiendo tener agenda. Son incalculables los votos que su presencia en la lista de las europeas va a restar en Baleares a la formación naranja. Fichar a Bauzá y prescindir de alguien como Xavier Pericay dice mucho acerca de Ciudadanos. Y nada muy bueno.

Como les digo, parece que regenerar la política era esto. O comprarse un chalé de 600.000 boniatos porque las aspiraciones de uno son distintas cuando forma una familia. Como si hubiera alguien en el mundo que prefiriese quedarse en Vallecas.

Hemos puesto al zorro a cuidar de las gallinas. La disyuntiva a la que, como corral, nos enfrentamos es cuál de ellos parece tener menos hambre. Quién va a hacernos menos daño. Alégrense. Quedan 8 días para la gran fiesta de la democracia. Aunque el banquete seamos nosotros.