La falta de espacio en la zona del consell habilitada como Juzgado de lo Penal (tanto el 1 como el 2 trabajan en la misma sala), hace inviable la celebración de juicios de forma regular y obliga a abogados y a testigos a esperar a la interperie a ser llamados a la sala de juicios. Incluso un procesado tuvo que esperar en el interior del coche policial en la puerta del edificio.