La noticia de que se va a rodar una nueva película en Formentera y que para ello se necesitaban 200 extras o 'figurantes' fue un motivo de expectación entre quienes tienen vocación de aspirantes a estrellas del celuloide. A estas alturas del partido cuando se ha hecho el primer casting y algunos sueñan con un futuro en el Hollywood de la Mola y otros esperan una segunda oportunidad, tenemos el grupo de los que ven el 'negocio' consecuente... y mejor si es en época baja. Los que necesitan su 'minuto de gloria' sin pasar por algún reality de la mano de Jorge Javier. Y por qué no, los que con vocación escondida, tras una dura jornada laboral en plena temporada, suspiran por ser Concha Velasco en 'Mamá quiero ser artista'. En el otro lado los escépticos de este tipo de cosas o los profesionales del aburrimiento, para quienes alterar la cotidianidad es siempre una molestia. Independientemente de los 'unos y los otros' que Formentera figure en el nomenclátor de escenarios cinematográficos contribuye a proyectar la imagen de la isla a un 'precio' razonable.

No hace falta recordar lo que en su día aportó a nivel de marketing promocional 'Lucía y el sexo'. Aún la semana pasada la volvieron a proyectar para regocijo de los fans de Paz Vega (entre los que me encuentro). Lo que en medios culturales supuso 'La Cueva' de Alfredo Montero y los éxitos que cosechó en este complicado mundo del cine. O 'Formentera Lady', que esta semana va a concurso en el prestigioso Festival de Cine de Málaga. Durante su rodaje el año pasado, José Sacristán interpreta a un neoformenterenc de principios de los 70. Donde 'éramos' otra cosa.

La isla cuya fuente de ingresos se circunscribe al turismo tiene que aprovechar cualquier circunstancia que proyecte su imagen 'idílica' para atraer a 'su' público. Otra cosa es que queremos que sea ese 'su'... es ahí donde deben intervenir los responsables políticos, pero también los profesionales, para diseñar por dónde pasa el futuro social y económico de Formentera. Lo más importante es trabajar con un objetivo... crear los elementos necesarios para que esa industria perdure en el tiempo. Porque morir de éxito es mucho más fácil que consolidar lo que hoy tenemos. Cuidadín con el dicho de 'pan para hoy, hambre para mañana'. Porque el hambre puede ser la de nuestros hijos si no somos capaces de encontrar nuestra piedra filosofal... os recuerdo que nunca bastó con 'Mamá quiero ser artista'.