Me encantan las plataformas que se forman en las redes sociales porque suponen una forma cómoda y funcional de aunar criterios, ofrecer informaciones potencialmente útiles. Por ello suelo participar más o menos activamente. Pero hemos de asumir que, de no ser moderadas con atención, derivan con facilidad hacia la demagogia y el delirio, hacia los voluntarismos hermosos pero impracticables. También son terreno abonado de los partidos y de los grupos mas adictos a Internet. Sin duda los mejores en este aspecto son los catalanistas y los de Podemos y en cualquier caso siempre contra el PP.

El PP es un partido raro, al que le cuesta defenderse, no porque no tenga argumentos, sino porque quizá da por sentado que la oposición ya se cansará de acumular mensajes en el mismos sentido. Y no, no se cansan, porque muchos de ellos viven de esto y van creando el caldo de cultivo que al final da una sensación de grandes masas, aunque ello no se refleje después en las elecciones.

Con tal de desactivar al PP son capaces de anular los mecanismos de la democracia y esto en Cataluña ocurre con facilidad y sin grandes consecuencias. Solo en un país cargado de atmósfera totalitaria puede existir un CAC para controlar los medios de información; o se pueden financiar dichos medios con cantidades exorbitantes con dinero de la Generalidad. O se puede crear un infame Pacte del Tinell, para enfrentarse todos al Partido Popular.

Ahora en Ibiza se está mostrando muy dinamizador el colectivo Prou!!! que ejerce de observatorio y de queja ante los abusos numerosísimos que están destrozando la vida en la sociedad ibicenca. Ellos piden audiencia y exigen algunos puntos para que sean corregidos o mejorados.

Algunos son obvios y razonables. No más beach clubs, control riguroso de las barcazas atiborradas de turistas en plena orgía, congelar permisos de construcción de grandes mansiones, cesar la promoción turística... pero otros ya saben de antemano que no son realizables de momento: el control de especies vegetales no se ha cumplido ni en los troncos de olivo que albergan serpientes. Tampoco en la disminución de plazas hoteleras o decrecimiento.

Prou no ha de funcionar como un partido político, con su ristra de mentiras y promesas inviables. Por ello veo lógico que solicite acciones razonables y factibles y que deseche las inalcanzables.