Los ibicencos que no sigan la actualidad de Baleares se están perdiendo una guerra implacable entre los miembros de Podemos. Ibiza depende de este Govern balear, mangoneado por Jarabo el podemita mayor, al que se le han descubierto sustanciosas subvenciones para su ex-empresa productora con IB3 (presuntas de momento). Ahora no figura a su nombre sino al de su compañera sentimental. Seijas replica: «Con mi expulsión se quita la atención de las relaciones empresariales de Jarabo e IB3».

Pero no es tan presunta la expulsión fulminante de Chelo Huertas, que proveniente del PSIB-PSOE ha aterrizado en Podemos para presidir el Parlament balear. Ella, Montse Seijas y Daniel Bachiller han sido expulsados de Podemos. Claro que ahora podrán recurrir y presentar alegaciones, pero su suerte está echada, conociendo como se las gasta la maquinaria comunista de Podemos Madrid. El cruce de acusaciones realmente muy feas ha llevado al partido mallorquín a un callejón sin salida. Bueno salida sí, pero la de Chelo Huertas de la presidencia del parlamento. Atentos.

Mientras Podemos burbujea en su propia salsa cociéndose a fuego lento, los catalanistas no caben en si de gozo, porque Francina Armengol les riega con abundantes subvenciones para sus puñetas nacionalistas, sus estériles proyectos identitarios, revistas que no lee nadie y para los despilfarros que todos conocemos.

La misma Francina tampoco está para tirar cohetes. Obviamente tiene su cabeza en cualquier parte menos en gobernar las islas con dedicación y entrega. No solo los requerimientos para que explique el turbio asunto del palacete, la desaparición misteriosa de Sa Nostra y otros casos que la están esperando posiblemente en los juzgados de Palma de Mallorca. Por cierto no lo diga así: ahora oficialmente, el Pacto ha quitado el Mallorca. Solo queda el Palma. En su día, el Pacto quiso hacer lo mismo con nuestro topónimo, cargarse el Ibiza para sustituirlo por Eivissa. Cosas del Pacto. Necedades que nos están saliendo muy caras.

Por esto y probablemente por otras mil razones, el catalán se usa cada vez menos en Baleares. Por muchas toneladas de subvenciones que se repartan, por muchas medidas totalitarias que se implementen, cual la inmersión en los colegios (la pesadilla empezó en 1986 con la Ley de Normalización de Gabriel Cañellas, un nefasto presidente de la historia de Baleares), por mucho que presionen... el catalán se muestra cada vez más raquítico y su uso social decae por cada año que pasa.

Podrían reflexionar los mandarines, pero no lo harán mientras cobren estos sueldazos y se repartan la tarta de las subvenciones entre unos miles de privilegiados. Ustedes mismos.

@MarianoPlanells