No les arriendo la ganancia a los diputados Sofía Hernanz y Pere Joan Pons, que votaron no en la investidura de Rajoy, en vez de abstenerse, como estaba prescrito por su partido, PSOE. Entiendo el sentido de la lealtad de Sofía, pero me temo que ha hecho un mal negocio, aunque en el fondo yo siempre he sospechado que este voto estaba acordado, de cara a seguir protegiendo el Pacto con el apoyo de Podemos. Sin embargo no entiendo que dé su apoyo a un personaje como Pedro Sánchez que ya tenía ultimado y formado un Gobierno de España que en la práctica reproducía un Frente Popular, que tantas desdichas causó a los españoles en tiempos pretéritos. Aliaba al PSOE, nada menos que con Bildu, Podemos y los separatistas catalanes. De no haberse abortado esa operación no quiero imaginar cómo habría acabado esta querida España nuestra en plena crisis económica y política. En lo personal, deseo toda suerte de fortuna a la socialista ibicenca, que ahora debe afrontar un expediente de sanción. Trampas por doquier.

Y trampas en sentido literal para cazar a los grandes depredadores importados en estas Pitiusas. Han puesto más trampas para serpientes y han mejorado el diseño para hacerlas más eficaces. Y cada vez hay más ofidios. Entre los tres factores, las capturas son remarcables, sobre todo en Formentera, de 80 kilómetros cuadrados. Nada menos que 300 ejemplares en un año, por 449 en Ibiza.

Si es cuestión de matarlas o de mandarlas a la Península, donde son especie protegida, es cuestión aparte que han de dirimir los técnicos. Pero en las Pitiusas sobran. Y ya nos están saliendo muy caras. Causan estragos entre la fauna autóctona, con especial incidencia en nuestros animales emblemáticos: las lagartijas y las salamanquesas (dragons) y sin duda en los huevos de las aves que anidan en el suelo.

Las culebras llegaron y probablemente siguen llegando -aquí nadie controla nada- aletargadas en el interior de los grandes troncos huecos, sobre todo de los olivos.

¿Por qué deben importarse olivos de la Península pudiendo sembrarlos con plantones de Ibiza? Pura especulación. Trampa letal y que además nos está costando mucho dinero y preocupaciones.

Y la que puede ser la peor trampa de nuestro Archipiélago: el gran éxito de visitas turísticas. Hasta el mes de septiembre, 11,5 millones lo cual significa casi un 11% más que en 2015. Salimos a casi un millón de turistas por mes y todavía nos queda un trimestre, en el que se nos anuncia un otoño seco y soleado. Un gran éxito, sí, pero puede acabar siendo otra trampa.