Donde quede un metro sin rellenar de hormigón aparecerá alguien dispuesto a hacerlo. Si de alguna forma es de propiedad pública todavía será mucho peor. En este aspecto el puerto de Ibiza ha sido una sucesión de disparates, al menos desde que es rentable, o sea desde 1970. Lo único que se puede hacer en Ibiza es esponjarla. Derribar lo que se pueda y dejar espacios libres para aliviar esta densidad de población que la hacen una ciudad inhabitable tercermundista.

Yo creía que el Ayuntamiento de la ciudad ya había acordado en pleno no construir un edificio en el puerto, en el Martillo, con lo cual se consigue una zona despejada para quien quiera pasear, mirar el mar o sentarse un rato.

Y de repente aparece el nuevo alcalde, que ya dio prueba de su talante en las fiestas patronales, se pasa el acuerdo por el forro y decide secretamente junto a la Autoridad Portuaria que se levante un edificio en la zona que habíamos liberado. Una alcaldada pura y dura. Y que sigue en la tradición del PSOE en la ciudad para arrimarse a grandes obras, ellos sabrán por qué. Yo creía que un pleno no puede derogarse si no es con otro pleno, y quizás lo hagan así, pero el asunto es muy sospechoso. Espero que Toni Villalonga ponga la antena y haga un seguimiento, en la medida de lo posible, de los dineros que se muevan, licencias que se otorguen y otras menudencias.

Veo que los socialistas siguen en su línea y los podemitas van a su lado encantados de haberse conocido, salvo algunos pequeños roces anecdóticos. Quién lo diría hace unos meses. Han tragado con todo, desde la ampliación del aeropuerto -otro asunto que no veo claro- a las obras del edificio del puerto. O sea, los de Podemos son más casta que la antigua casta. Al parecer lo único que buscaban era un buen sueldo y ponerse en la foto.

Ecotasa: las discusiones no han de ser sobre el porcentaje de la ecotasa que corresponde a Ibiza y Formentera, sino sobre la inutilidad de la tasa turística. Por lo demás, los podemitas (se llame como se llame su grupo, secta o partido) bajarán la testa, se prosternarán ante Mallorca como ha hecho siempre la antigua casta del PP o del PSOE.

Para esto nos sobran incluso los políticos tradicionales, que no saben resolver en serio ningún problema en profundidad, como por ejemplo la alta incidencia de la delincuencia violenta en las Pitiusas y la desesperante falta de agua potable, emisarios submarinos en condiciones y depuradoras que funcionen durante los seis meses de afluencia masiva. Algo ha cambiado: han puesto más personal, más sueldos y más gastos. Nos cuestan 5 millones al año, solo políticos y cargos de confianza. Lo iré recordando.