Duncan James, Simon Webbe, Lee Ryan y Antony Costa son cuatro jóvenes ingleses, musculados, guapos y con unas desmedidas ganas de estar a la moda y de triunfar en el showbiz y en la noche de Ibiza. Los cuatro son miembros de un grupo pop-rock o lo que sea, llamado Blue, incluso participó en esta pachanga televisiva que se conoce como Eurovisión. O sea, cuatro british trendy, clubbers a los que ofrecieron regentar un bar en San Antonio, Ibiza (Aibisa, dicen ellos, recordando aquella protoIbiza, Aivis). ¿Cómo no iban a aceptar una aventura tan sugerente en las noches compartidas con Paris Hilton, Elton John y otros monstruos socialites que aparecen en las portadas y programas de famosos pop?

Pero era un programa prefabricado por ITV2, una cadena británica que no necesitó esmerarse ni siquiera afilar su imaginación: borrachos, sexo, alcohol, pastillas, enanos, desmayos, cagadas en la piscina, mordiscos, alguna bofetada, resacas monumentales.... qué más quieren: San Antonio de Aibisa en estado puro durante los meses de julio, agosto y septiembre. En resumen, mierda sobre la mierda. Pero mucha mierda. Visto en invierno y desde la distancia es para partirse de risa, pero después quedo pensando en el trauma y en la humillación que supone tener que soportar este lumpen británico, hundido en la pesadilla de las drogas y el alcohol durante 24 horas. O sea, lo normal de Ibiza (y de tantos otros sitios donde convergen estos jóvenes británicos). Tan normal que los miembros de Blue no se dieron cuenta de que los personajes que iban interviniendo en los sucesivos capítulos estaban preparados y pagados por la productora. Eran o son actores.

Déjenme decirles que son menos creíbles, menos locos y menos insoportables que los personajes que nos depara la realidad de cada verano. Los chascarrillos y los tópicos que han ido grabando sobre la marcha en verano de 2014 -y estos son los mejores- describen perfectamente la aborregada masa británica en la villa de Portmany. Y nadie se extraña, nadie desentona en esta serie de disparates continuados. He visto solo el primer capítulo y he quedado servido. Muchos de los empresarios ibicencos estarán encantados con este Gandía Shore a la inglesa.

Resacas de una noche de verano, de un verano entero. Y encima lo pasan en invierno. La antipromoción está hecha.No a todos, pero en general les gusta, les va la marcha a los empresarios de Portmany, sean extranjeros o nativos. Este es el turismo que se ha cultivado y cada año será peor. Ahora ya tienen su himno internacional, su programa emblemático: Blue se vuelve loco en Ibiza. Aibisa.