Como en todo contrato mercantil, los turoperadores son muy libres de exigir unas prestaciones o contraprestaciones en un determinado momento. Pero ya empieza a ser preocupante que estos agentes comerciales exijan cosas que no podrían exigir al propio gobierno de su país. Deberían moderar sus demandas, aunque ellos hacen bien, quienes actúan mal son los hoteleros o los políticos españoles o, en este caso, ibicencos. Por hacerles caso.

Todos rec0rdamos sus burdas presiones para exigir las mastodónticas obras de las autopistas, o esto al menos explicaba el empresario ibicenco que se forraría con su construcción. ¿Vamos los comerciantes ibicencos a decirles cómo han de diseñar sus carreteras a los ingleses? Pues ellos sí, y Matutes entusiasmado esgrimiendo el argumento de la seguridad vial, cuando ahora los turistas que hemos salvado en la ruta se matan unas horas después lanzándose al vacío desde la habitación del cuarto piso de su hotel.

Los turoperadores británicos ¿por qué no piden que se instalen rejas en los balcones que estén orientados a la piscina? Más aún ¿por qué no obligaban los hoteleros pitiusos a estos escoceses cocidos que no suban a su habitación hasta que no se les pase la borrachera?

Bueno, esta última medida sería un poco excéntrica y de imposible aplicación. Su lema de batalla es avoid hangover, stay drunk, de modo que muchos de ellos se pasarían los 15 días de vacaciones sin subir a su cama. Los turoperadores exigen. Menos mal que contra el vicio de pedir está la virtud de no dar. Hay que enseñarles modales, good manners a estos british: no se puede andar todo el día pidiendo a otro aquello que uno mismo es incapaz de cumplir.

Cuando España acogió a los dos clérigos moribundos en Madrid, que en gloria estén, los operadores saltaron alarmados, pidiendo, exigiendo explicaciones para dar garantías de seguridad. Fue cuestión de días que Alemania, Estados Unidos y el propio Reino Unido trataran a sus propios enfermos repatriados. ¿Hemos pedido los españoles que vamos a Alemania que nos garanticen la seguridad sanitaria? Ustedes ¿no se dan cuenta de que hacen el ridículo? Después se quejarán cuando vean la explosión de viajeros que prescinden del operador turístico y que vienen a España por su propio pie, con su vuelo low cost y con la habitación contratada aparte. Mucho miedo no parecen tener. Dicen que ya casi la mitad de turistas no contratan hotel. Pues vean.

Y la tendencia sigue en aumento, al menos en Ibiza y Formentera. Ahora vuelven a exigir al ministro Soria (¿mande?) que se erradique el turismo de sexo y alcohol en Magaluf (Mallorca) y a las autoridades locales que se moderen los ímpetus del narcoturismo de San Antonio y Platja d´en Bossa. Pero yo creo que debieran trabajar el material desde sus escuelas de primaria. Porque ya nos mandan averiados a los chicos. Ustedes mismos.