La semana pasada se hacía pública la intención del Colegio de Arquitectos de Ibiza y Formentera de llevar a los tribunales la remodelación del puerto de Ibiza que pretende, con muy buen criterio, desde mi punto de vista y el de algunas personas consultadas por este diario, llevar a cabo la Autoridad Portuaria de Baleares al considerar que las obras carecen de licencia, que está en un espacio BIC (Bien de Interés Cultural) que afecta a la zona declarada Patrimonio de la Humanidad, y que, según alegan, esta reforma modificaría la fachada marítima protegida por la declaración del Conjunto Histórico Artístico de la ciudad que se aprobó en 1969.

Lo cierto es que Ibiza es una de las islas más internacionales. Este verano han sido muchas las celebridades que han sido retratadas, y esas imágenes han dado la vuelta al mundo. Desde la mismísima Madonna, pasando por París Hilton, que en más de una ocasión ha declarado que es su rincón del Planeta favorito. Las más grandes top models internacionales, como Kate Moss o la diosa de ébano, Naomi Campbell; diseñadores como Valentino o Armani; hasta el multimillonario Bill Gates, que este verano atracaba en el puerto de la polémica a bordo del ´Serene´, catalogado como uno de los yates más lujosos del mundo, han sido más de un centenar los VIP que han decidido adoptar la isla como su paraíso particular.

Es por esta razón que muchos famosos nacionales que suelen veranear en la isla pitiusa me han mostrado su disconformidad ante la repentina y extraña iniciativa del colectivo de arquitectos y la de su presidente y portavoz, Iván Torres Ramón

Son muchos, incluido el presidente del Consell Insular, Vicent Serra, quienes consideran que el proyecto de reforma del puerto sería «beneficioso para la ciudad». Igualmente, personajes famosos que no sólo visitan cada año la isla, sino que tienen su residencia aquí, piensan que el puerto ya ha quedado obsoleto en comparación a otros, incluso de menor escala: «Se ha quedado antiguo y poco funcional en comparación a otros como Montecarlo o Saint-Tropez. Ibiza se merece un puerto a la altura de su fama», me decía el expiloto de motociclismo Fonsi Nieto, que tiene su casa de verano en la isla. Por su parte, la modelo María José Suarez, asidua visitante, afirma: «Cada vez que viajo alrededor del mundo y digo que soy española, todo el mundo me pregunta por Ibiza. La isla tiene una magia especial que te envuelve. El hecho de que mejoren ciertas infraestructuras no significa que se pierda el concepto original».

La realidad es que los que han visitado el puerto de Ibiza alguna vez pueden dar fe que su paseo es trasnochado, arcaico, oscuro, antiguo y poco funcional. «El empedrado que tiene impide no solo que las mujeres que llevan zapatos altos puedan caminar, sino que, incluso, los que necesitan una silla de ruedas para desplazarse no pueden disfrutar de un paseo tranquilo, teniendo que estar más pendientes de no tropezar que de admirar el casco antiguo», declara la modelo Elizabeth Reyes, quien durante los últimos años ha sido la musa en los desfiles de la Pasarela Adlib, seña de identidad de la moda ibicenca.

«Yo no sé de política, de leyes o de tratados firmados hace más de 40 años, lo único que sé es que avanzar hacia la modernidad no significa más que evolucionar hacia una realidad que el mundo actual pide y que la isla lo merece», cuenta la presentadora Ivonne Reyes.

«Todo lo que suponga mejorar y embellecer Ibiza me parece bien, siempre y cuando mantenga su esencia», es el parecer de Carmen Lomana. Por su parte Elena Tablada (madre) piensa que «si todos dejaran sus interés aparcados y pensaran en un bien común, seguro que podrían combinar innovación y patrimonio cultural».

Visito Ibiza cada año, no sólo en época estival sino también en invierno. Su gente siempre te recibe con una sonrisa. Esperan los meses del verano para mostrar lo mejor que tienen a la gran cantidad de turistas que los visitan. Entiendo que hay leyes, protocolos que hay que seguir, pero sobre todo, entiendo que lo que no puede pasar es que una de las zonas más visitadas de la isla, uno de los rincones de mayor prestigio, donde atracan grandes yates, príncipes árabes o grandes fortunas internacionales se encuentren con un paseo marítimo más parecido al de un zoco que a una de las islas más internacionales del mundo.

Son grandes los esfuerzos económicos que hacen cada año los empresarios ibicencos, desde grandes cadenas hoteleras hasta pequeños comercios locales, con el fin de adecentar y mejorar su imagen adaptándose a la realidad de los visitantes de la actual Ibiza. Es conocido que en muchas ocasiones las administraciones van por detrás de la iniciativa privada, pero en el caso del puerto de Ibiza tanto la iniciativa pública como la privada de la zona están de acuerdo con la reforma de las instalaciones. El proyecto presentado no es descabellado, simplemente, actualiza, mejora y dignifica la fachada marítima de la ciudad, uno de los skyline más fotografiados del mundo. Es la mejor carta de presentación de la pitiusa mayor.

Repito: acepto que hay leyes, protocolos y normas que hay que cumplir, pero no se puede obviar que los ibicencos necesitan avanzar y no retroceder. Los cambios pueden ser complicados, pero cuando coinciden vecinos, comerciantes, turistas y ciudadanos de a pie, en que esta reforma es positiva para la isla, hay que sentarse, dialogar y buscar una solución, y no entorpecer la evolución de una zona el mismo día que empieza la ansiada reforma. El verano de 2015 está a la vuelta de la esquina y los comerciantes y vecinos del puerto de Ibiza merecen una oportunidad de lucir ante el mundo su mejor y renovada cara.