Cualquier observador con sensibilidad estética se habrá dado cuenta de que, en los últimos diez años, Ibiza ha experimentado una increíble evolución en la calidad y la variedad del diseño gráfico de sus clubes y discotecas. El desarrollo y la profesionalización de la industria musical de la isla han tenido su reflejo en la mejora de la publicidad visual. Cada año se despliegan más ideas, más talento, más innovación.

Los carteles que vemos en Ibiza son fruto de muchas horas de trabajo y mucha inversión para contratar a los mejores creativos. Cada estilo musical lleva aparejado un tipo de diseño que refleja su identidad: el house tiene el suyo propio, igual que el techno, el drum and bass, el mainstream... Un buen diseño gráfico permite saborear visualmente la experiencia musical de una fiesta sin necesidad de ir a ella. Es una prolongación natural del contenido artístico y cultural de un espectáculo en vivo.

Como es sabido, el ecosistema de eventos de Ibiza es muy particular. Unos dos millones de personas visitan al año la isla, pero cada semana se renueva prácticamente todo el público. Eso obliga a los clubes y promotores a publicitar sus eventos desde cero cada vez. No pueden modular sus campañas en progresión ascendente. Además, al ser un destino de fiesta y desconexión, la gente no lee el periódico, no entra en Internet, se olvida el móvil en el hotel... Todo el fenómeno publicitario ocurre en la calle.

Esa presión comercial desemboca a menudo en un exceso de publicidad en la calle. Es cierto que se cometen abusos, pero estos episodios no deben desviar la atención sobre dos hechos. Uno, que la clave está en el equilibrio y el sentido común. Y dos, que diseño gráfico es un factor económico y creativo de un enorme valor para la isla y su tejido empresarial.

Decía Marshal McLuhan que la publicidad es la mayor forma de arte del siglo XX. Ibiza se ha convertido en un imán para profesionales creativos que buscan un estilo de vida inspirador. Muchos son diseñadores gráficos, pero también hay fotógrafos, arquitectos, cocineros y, por supuesto, músicos. El resultado ha sido que la calidad de la publicidad gráfica y, en general, todas las expresiones de cultura visual, como interiorismo o audiovisuales, han dado un enorme salto.

El verano en Ibiza es una batalla feroz por captar la atención de los turistas. Por eso, el marketing musical es omnipresente y experimenta cada año con miles de variantes de color, forma y soporte. Es un vibrante laboratorio de ideas. Los formatos que tienen éxito aquí acaban siendo exportados a las escenas nocturnas de Londres, Milán, Berlín, Miami o Las Vegas. La isla ya es la meca mundial de la cultura dance y ahora tiene la oportunidad de ser un referente en el ámbito del diseño gráfico publicitario.

Ibiza necesita proyectos que den a conocer al mundo que su industria musical no consiste únicamente en fiesta, diversión y DJs cobrando cachés astronómicos. Es un sector tremendamente profesionalizado que atrae mucho talento, canaliza enormes inversiones y genera un alto valor añadido. Precisamente, eso trata de poner en valor Ibiza Design Awards: la naturaleza profundamente cultural del fenómeno musical de Ibiza; la innovación y la riqueza que aporta a la isla.

El matrimonio entre música electrónica y diseño gráfico es un mundo amplísimo que queremos seguir explorando. Tanto para los profesionales de la música, como para el público y las marcas, ofrece un espacio muy interesante para plantear ideas e identificar tendencias. La carrera por diseñar el mejor cartel ya existía en las paredes de la isla desde hacía años. Este evento sólo ha dado forma a una competición que ya existía de forma extraoficial. A partir de su primera edición, que culmina en la gala de este próximo 18 de septiembre, el certamen aspira a convertirse en unos premios de referencia en Ibiza año tras año, en un punto de encuentro para la industria musical y el sector del diseño gráfico de la isla.

Estamos convencidos de que, sin publicidad en la calle, Ibiza sería menos colorida y perdería esa capacidad que tiene de sorprendernos con propuestas visuales y ofertas musicales.