El pasado 30 de abril, el general Manuel Gutiérrez Mellado hubiera cumplido cien años. El centenario de tan eximio ciudadano ha pasado casi inadvertido pero recientemente, en un periódico de Cataluña, Juan José López Burniol ha rendido homenaje a una personalidad que fue fundamental durante la Transición española.El general Gutiérrez Mellado fue con certeza quien en el seno del Ejército vislumbró con más claridad ya desde los últimos años de la dictadura franquista la necesidad de que la milicia acompañase el tránsito hacia un estado de derecho democrático.

Y respondió con gran enerosidad al llamado de la Corona y de Adolfo Suárez abordando la reforma castrense que, finalmente y, después de grandes zozobras -el 23F, en especial, en que aquel militar tuvo un gesto gallardo-, cuajó en el ejército moderno del que hoy podemos alardear. En esta hora de mediocridad política y de masificación intelectual, el homenaje a personajes de la talla de Gutiérrez Mellado ha de ser por fuerza una invitación a buscar nuevos y más eficaces sistemas de selecciones de líderes que se comprometan en la dirección de este país.