Existe una desconexión muy grave entre ciudadanos y políticos que se hace palpable cuando se establecen plazos de tiempo para tramitaciones y que será muy difícil de solucionar si no empezamos a ser conscientes de que todos (ellos y nosotros) cobramos por meses o por horas, pero siempre por un trabajo bien hecho. El tiempo que perdemos nosotros y el que dejan de apremiarse ellos acaba lógicamente en un sobrecoste que terminamos pagando de una manera u otra los ciudadanos de a pie.

Hablemos de la optimización, palabra clave cuando se habla de producción en las empresas pero tabú cuando se refiere a la Administración. Optimización es lo opuesto a que, tal y como denuncié en su momento, un trabajo que la Comisión Insular de Ordenación del Territorio y Patrimonio (Ciotupha) podía hacer en una semana tardara cuatro meses y medio. Sin lo uno no podremos solucionar lo otro.

El Ibisec ya lleva un mes, y va a tardar otro más, en una tramitación que afecta a un proyecto muy importante para la ciudad como es el del nuevo colegio de Sa Bodega, cuando se podía haber revisado y remitido al Ayuntamiento de Eivissa en dos o tres días (es solo una modificación de proyecto). Este mismo Ayuntamiento, si no estuviera desconectado del ciudadano, habría hecho una prospección arqueológica antes incluso de que se redactara el proyecto de dicha escuela. Porque, hablando de optimización, hemos tenido suerte de que los hallazgos arqueológicos solamente hayan obligado a modificar el proyecto. ¿Pueden ustedes imaginar cuánto dinero más hubiéramos tenido que pagar y cuánto tiempo más se hubiera demorado la obra si los yacimientos hubieran sido mayores y más importantes?

Los responsables del Ibisec, que están cansados de hacer infraestructuras y ya se han encontrado con este problema anteriormente, ¿en qué están pensando cuando encargan un proyecto en un solar dentro de la ciudad de Ibiza?

Ahora están obligados a correr más que nunca y solucionar el problema en el que nos han metido. Y el Ayuntamiento también, pero los dos están desconectados.

Para los ayuntamientos, optimizar es pensar en el ciudadano y hacer bien el trabajo para el que se les ha depositado la confianza. Es prever, racionalizar, tramitar con urgencia cuando se debe y se puede; es calibrar la mejor opción mediante consultorías competentes; es en definitiva hacer lo mismo que tenemos que hacer en nuestras empresas pero sin un jefe o un cliente que les increpe, sino solamente por su honestidad y ante su conciencia. Nadie les va a despedir, y eso puede ser muy peligroso si no se camina por una senda muy estrecha de honorabilidad.

Honorabilidad se le pide a un nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento que ha prometido escuchar y atender de cerca a los ciudadanos, más allá de promesas y buenas intenciones.

¿Cómo pueden el conseller de Educación, el señor Rafael Bosch, y la nueva delegada de esa conselleria en Ibiza decir en unas declaraciones, después de seis meses con la obra parada, que están contentos porque «creen» que las obras se reiniciarán a final de mes (habrá que verlo) si se pueden reiniciar la semana que viene? ¿Y por qué el Ayuntamiento también está contento con este plazo, sin tener ninguna seguridad de ello, solo promesas, si hay muchos ciudadanos afectados, desde comercios en bancarrota, empleados despedidos, vecinos molestos y escolares sin plaza con muchos problemas, cada día que pasa? Tres semanas o quince días no son lo mismo para el Ayuntamiento que para nosotros

La empresa VIAS, que prometió a la anterior alcaldesa que retiraría los escombros, ahora dice que son para relleno y que no los retira. ¿Por qué el técnico del Ayuntamiento confirma que se van reutilizar todos los escombros depositados en el solar si a simple vista, cualquiera que tenga una mínima inteligencia, sin ser técnico, percibe que una gran parte de esos escombros no pueden caber en la obra por mucho relleno que haga falta?

La zona azul de aparcamiento que solucionaría gran parte del problema que se sufre en la zona está a la espera del dictamen del Consell Consultiu sobre la impugnación del perdedor del concurso para esa concesión. ¿Cómo es posible que el órgano consultivo que debe decidir no esté todavía constituido después de cinco meses de la resolución y no se dé una solución urgente al bloqueo que provoca una empresa privada al interés de la ciudad? ¿En qué están ocupados el Govern y la conselleria?

Esa es la desconexión: sencillamente cuando se convierten en funcionarios y dejan de ser ciudadanos para ser otra cosa… Dejan de optimizar porque a final de mes cobran lo mismo.

Lamentablemente los que no cobramos lo mismo, de una manera o de otra, somos los ciudadanos que pagamos nuestros impuestos y tenemos un servicio de tercera cuando hemos comprado un billete para ir en primera. O sea, que pagamos el AVE pero vamos en tranvía. Ustedes ya me entienden.