Para Baleària, este año 2010 va a ser el de la concreción de su ambicioso plan de flota, que supone –gracias a una importante inversión y a una reconocida apuesta tecnológica– disponer de una de las flotas más avanzadas y modernas de Europa. Por volumen de negocio y escenario de operaciones, Baleària es hoy una naviera de Europa, por convicción y porque el marco económico lleva a las empresas a buscar su dimensión en mercados cada vez más dinámicos, competitivos y abiertos. Y Baleària es también una empresa comprometida con los territorios en los que opera, con el medio ambiente y –de forma muy especial– con sus clientes. En términos objetivos y absolutos, la flota que hoy Baleària ofrece a sus clientes es la más moderna y competitiva.

Como naviera de Europa que opera –y compite– en un mercado abierto y regido primordialmente por normativas supranacionales, Baleària adoptó ya hace tiempo la decisión estratégica de operar con buques de diversos pabellones europeos. Huelga recordar que las rutas entre puertos de la Unión Europea pueden ser atendidas por navieras y buques de cualquier Estado de la Unión. Así, en los últimos tiempos, los buques de Baleària han lucido pabellones comunitarios: británico, italiano y maltés, además del registro especial canario español, que sigue siendo el mayoritario en la flota de Baleària. En definitiva, banderas todas ellas, por europeas, nuestras.

La bandera comunitaria de Malta –que enarbolan los más nuevos buques de Baleària– supone estar sometido a una de las normativas marítimas más exigentes del mundo en materia de seguridad –y por ello– esta bandera comunitaria está en una destacadísima posición en la denominada lista blanca del MOU de París, por delante del pabellón español, donde se encuentran los pabellones más seguros del mundo. Dentro de los objetivos y planes estratégicos de Baleària, el pabellón comunitario de Malta supone operar en un marco más abierto, con mayor reconocimiento internacional y la versatilidad que representa tener el inglés como idioma de trabajo a bordo, lo que se traduce en la posibilidad de operar –mediante flete o directamente– en todo el mundo y tener como mercado de trabajo todo el europeo.

Junto a ello, el dinamismo y alto nivel de exigencia de la administración marítima de Malta –reconocida unánimemente en el mercado naviero mundial– da respuesta a los objetivos estratégicos de Baleària, siendo el principal motivo de esta decisión la consecución de una mayor movilidad y competitividad y en ningún caso beneficios fiscales.

Estamos en el siglo XXI, en una Europa avanzada social, económica y políticamente, a la que –afortunadamente– España se pudo incorporar y de la que tantas ayudas recibió. Y Baleària es una naviera europea del siglo XXI que apuesta y apostará siempre por la cohesión territorial de toda la Unión Europea, por encima de nacionalismos económicos y antieuropeístas.