Últimamente son muchas las noticias y comentarios sobre el carril-bici proyectado en la reforma de la carretera de Sant Miquel; que si será peligroso para ciclistas y conductores, que si habrá 71 pasos conflictivos, que si se consume mucho territorio... Por no hablar de las soluciones que se han planteado: carril-bici adyacente a la calzada, acondicionamiento de caminos rurales paralelos a la vía... Resumiendo: un montón de opiniones y alternativas guiadas por intereses políticos y personales, anteponiendo el interés general o ignorando las necesidades reales de los ciclistas.

¿Consideran los vecinos más inseguro un carril separado de la calzada? ¡Seamos serios, señores! La lógica es evidente, vehículos a motor separados de las bicis; en la diferencia de velocidad y el incumplimiento de las normas de circulación está la peligrosidad. ¿Múltiples salidas que harán inseguro el carril-bici?

Sólo recordar alguna de las obligaciones de los conductores respecto a los ciclistas: distancia mínima para adelantar:1,5 mts. Resultado: nadie lo cumple. Preferencia de ciclistas circulando en grupo en intersecciones: nadie lo cumple. Etcétera.

Recordar que un conductor que se incorpore a una vía principal debe respetar la preferencia de la misma y, si se incorpora un carril-bici, este es preferente, por lo cual las «71» peligrosidades mencionadas dejan de serlo si se respetan las normas.

Recordar también que el acondicionamiento de caminos rurales sólo serviría para ciclistas de montaña, por lo cual el problema para los de carretera será el mismo. Más territorio se ha consumido en la carretera de San Antonio con los viales de servicio y casi ninguno de los vecinos que actualmente protestan lo hizo en esa ocasión…

¡Carril-bici sin dudar!