La ministra de Sanidad, Ana Mato, se separó de su marido, Luis Sepúlveda, en el año 2000. Trece años después siguen sin divorciarse. Un detalle de la vida privada que ahora cobra una importancia inusitada con el nuevo rebrote del "caso Gürtel".

Según fuentes cercanas a la pareja, ambos vivieron en el mismo domicilio para guardar las apariencias y para evitar daños colaterales a sus hijos, pero cada uno hacía su vida de forma independiente. La sociedad de gananciales no se disolvió hasta 2005, una tardanza inexplicable que explica muchos de los problemas que sufre la Ministra ahora.

El imputado Sepúlveda se fue a vivir con otra mujer de la que se enamoró perdidamente, pero ni aun así la Ministra decidió pedir el divorcio. Sus fuertes convicciones religiosas y, de nuevo, sus tres hijos podrían ser la causa de que no diera ese paso drástico.

Juntos y del brazo, sin embargo, aparecieron en 2002 en la boda de la hija del presidente Aznar. El matrimonio Sepúlveda-Mato tiene dos hijas y un hijo que cuando se produjo la ruptura de hecho tenían 12, 10 y 4 años.

Ahora, el silencio de Mato ante las fuertes acusaciones que recibe como presunta beneficiaria de obsequios de la "trama Gürtel" es visto por fuentes de su entorno citadas por el diario "El Mundo" como una obligación que se impone como madre para proteger la imagen del ex alcalde de Pozuelo ante sus hijos. Actualmente, ninguno tiene pareja, que se sepa.

En una década oscura Jesús Sepúlveda acabó viviendo una larga historia sentimental con la que era su jefa de prensa en el Ayuntamiento de Pozuelo, 23 años más joven que él. Natalia, hija de famosos por cierto (el actor

Joaquín Kremel y la cantante Elsa Baeza), rompió la relación en 2009, se marchó para Canarias, quizás huyendo de la marea que se estaba formando con el "asunto Gürtel"; ahora tiene nueva pareja y hasta es madre de un bebé de cinco meses. La separación dejó por los suelos a Sepúlveda.

Dicen que Ana Mato aguantó estoicamente, sin un reproche público. La actual ministra de Sanidad ya estaba metida hasta las cejas en el aparato del PP, donde mantiene puestos de responsabilidad desde los años ochenta, el inicio de la travesía en el desierto de los populares, cuando el PP era AP y su futuro más que incierto.

Kremel es muy duro cuando se refiere a Sepúlveda: "Yo apenas le traté. No fue mi yerno. Tuvieron una relación y punto".Y deja clara su posición con la que está cayendo: "Estoy abochornado por esta panda de golfos".

¿Por qué calló Ana Mato? ¿Por qué nunca se divorció de su marido? ¿Por qué no se le conoce pareja alguna en doce años? El propio Jesús Sepúlveda la ha eximido repetidas veces de cualquier responsabilidad en relación con la "trama Gürtel". El presidente Rajoy le ha echado esta semana un par de capotes para enfrentarse al toro más peligroso de su carrera, pero la faena que le espera no es precisamente de aliño.