El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se dispone a anunciar una reforma migratoria que prometió en las elecciones primarias del Partido Demócrata de 2008 y que todavía no ha podido sacar adelante por la parálisis en el Congreso.

Su aspiración inicial, cuando luchaba contra Hillary Clinton para convertirse en candidato demócrata, era aprobar una reforma migratoria que permitiera regularizar a 11 millones de indocumentados con profundas raíces en Estados Unidos.

Tras superar todas las elecciones posibles, presidenciales y legislativas, y desprendido, por tanto, de la responsabilidad de tener que enfrentarse de nuevo a las urnas, Obama ha decidido aprobar de una vez por todas la reforma migratoria.

¿Quiénes se beneficiarán?

Se calcula que unos cinco millones de inmigrantes se beneficiarán de este cambio legislativo, ni siquiera la mitad de los 11 millones de personas a las que aspiraba Obama.

La mayoría (4,1 millones) serán familiares de ciudadanos estadounidenses que hayan estado en el país durante más de cinco años y que no tengan antecedentes criminales.

A ellos se sumarán 400.000 trabajadores altamente cualificados y 300.000 'dreamers', es decir, personas que llegaron a Estados Unidos cuando tenían menos de 16 años y que han permanecido en el país desde entonces sin cometer delitos.

¿Quiénes estarán excluidos?

Los principales perjudicados serán los familiares de los destinatarios del DACA, la ley que permite "diferir" las acciones legales contra los 'dreamers' para que consigan permisos de trabajo, primer paso hacia la regularización.

También quedará fuera de la reforma migratoria toda la fuerza de trabajo extranjera volcada en el sector agropecuario, al no ser considerada de alta cualificación.

¿Qué supondrá?

Fuentes conocedoras de la reforma migratoria de Obama han explicado que servirá para legalizar de forma permanente la estancia de estos cinco millones de personas en Estados Unidos.

Sin embargo, han aclarado que no será una vía para conseguir la ciudadanía y que ninguna de las personas beneficiadas podrá acceder a ayudas federales como el 'Obamacare'.

¿Por qué ahora y no antes?

Obama ha adelantado que aprobará la reforma migratoria haciendo uso de "toda la autoridad presidencial", es decir, a través de una orden ejecutiva con la que se saltará el filtro del Congreso.

El recurso a la orden ejecutiva obedece a los resultados de las elecciones legislativas del 4 de noviembre, que dieron a la oposición republicana el control absoluto de la Cámara de Representantes y del Senado.

De esta forma, Obama se adelanta al nuevo Congreso, que tomará posesión el próximo mes de enero y que, previsiblemente, habría hecho imposible aprobar la reforma migratoria con los mínimos fijados por la Casa Blanca.

No obstante, el presidente ha querido dar tiempo a los congresistas para elaborar una propuesta bipartidista. La reforma migratoria no entrará en vigor hasta dentro de seis meses, plazo en el que podría haber acuerdo en el Capitolio.

Contrapunto

Para aliviar el miedo de los estadounidenses que creen que la reforma migratoria tendrá un efecto llamada y desbordará la frontera con México, Obama pretende anunciar al mismo tiempo un refuerzo de la seguridad en la línea limítrofe.

En verano, el gobernador de Texas, Rick Perry, desplegó a la Guardia Nacional en la frontera aduciendo motivos de seguridad y esta semana ha anunciado que planea gastar 90 millones de dólares para ampliar hasta agosto de 2015 la protección fronteriza.

¿Qué piensan los estadounidenses?

De acuerdo con la cadena norteamericana ABC, los estadounidenses están divididos. El 50 por ciento está en contra de dar permisos de trabajo a inmigrantes indocumentados y la otra mitad, a favor.

A pesar de ello, el 52 por ciento de los estadounidenses ven con buenos ojos que Obama actúe de forma unilateral en este tema, mientras que el 44 por ciento se opone a la orden ejecutiva.