Tres de los seis israelíes detenidos en relación con el asesinato del palestino Mohamad Abu Jedeir, el menor palestino quemado la semana pasada en Jerusalén, confesaron haber cometido el crimen, informaron hoy medios locales.

El cuerpo quemado y con signos de violencia del menor palestino, vecino de Suafat, en la parte oriental de Jerusalén, fue encontrado en un bosque del oeste de la ciudad el pasado miércoles.

La Policía israelí reveló el domingo que había detenido a seis sospechosos en relación con los hechos, ocurridos en medio de una ola de ataques racistas de ultranacionalistas judíos contra la población palestina.

Los radicales se echaron a las calles de Jerusalén al grito de "venganza" y "muerte a los árabes" horas después de que fueran enterrados los tres estudiantes israelíes desaparecidos el 12 de junio en Cisjordania y hallados muertos hace hoy una semana cerca de la ciudad palestina de Hebrón.

La Policía israelí cree que Abu Jedeir, que fue quemado vivo, pudo ser víctima de la acción vengativa de grupos ultranacionalistas judíos.

De acuerdo a medios israelíes, los tres sospechosos que confesaron su participación en los hechos recrearon el crimen ante los investigadores siguiendo la ruta que tomó el vehículo en el que el joven palestino fue obligado a entrar por la fuerza hasta el bosque de Jerusalén en el que fue hallado.

Un portavoz de la Policía explicó a Efe que los seis detenidos siguen bajo interrogatorio policial para determinar que papel desempeñó cada uno de ellos en el crimen y dilucidar cuál es el autor o autores materiales, así como colaboradores y cómplices del mismo.

Según fuentes policiales y de inteligencia citadas por medios locales, los sospechosos son varones jóvenes, algunos de ellos menores de edad, residentes en la ciudad israelí de Beit Shemesh, próxima a Jerusalén, y la colonia judía de Adam, en el territorio ocupado de Cisjordania.

Los detenidos son sospechosos de afiliación a grupo terrorista, pertenencia a un movimiento ilegal, asesinato, conspiración criminal, posesión de armas y munición, y de cometer un delito por motivaciones raciales.

La investigación también reveló que la muerte de Abu Jedeir fue premeditada y alevosa.

La principal evidencia es el vehículo que usaron los sospechosos para el secuestro, que la Policía ha localizado y que había sido registrado por las cámaras de seguridad de la zona.

El sábado, el fiscal general palestino, Mohamad Abdel Ghani Uweili, reveló que la autopsia preliminar mostraba que Mohamad fue golpeado en la cabeza y quemado vivo por sus asesinos.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, habló esta mañana con el padre del menor, al que transmitió que lo ocurrido con su hijo era un crimen "atroz y reprobable".

"Actuamos inmediatamente para detener a los asesinos. Los llevaremos ante la justicia y sobre ellos recaerá todo el peso de la ley. Denunciamos ese comportamiento brutal, el asesinato de su hijo es aborrecible y no puede ser aceptado por ningún ser humano", le manifestó Netanyahu, de acuerdo a un comunicado de su Oficina.

Tras su conversación con el jefe del Ejecutivo, Husein Abu Jedeir, padre del menor, dijo que "el problema del Gobierno israelí es que no está haciendo nada con el ala derechista más extrema".

Y reiteró que quiere que se aplique la justicia y se destruyan los hogares de los que perpetraron el crimen, al igual que Israel ha hecho con los de las familias palestinas de los supuestos autores del asesinato de los jóvenes israelíes.