El Ayuntamiento de Sant Josep no tiene competencias para regular el fondeo de embarcaciones en las playas del municipio, aunque sí intervino en el caso de Cala Vedella, para facilitar que Costas autorizara un proyecto promovido por la asociación de vecinos.

Según explica la concejala de Medio Ambiente y Playas, Neus Marí, el Consistorio está a punto de completar la tramitación ambiental que rebajará a 36 el límite de fondeos. Marí apunta que a día de hoy se pueden reunir en las aguas abrigadas de esta cala «hasta 150 barcos».

El Consistorio asumió la propuesta de ordenación del colectivo vecinal, que reduce drásticamente el número de amarres al número «máximo que puede soportar esta playa sin un impacto excesivo».

Esa es la línea en la que también quiere trabajar Sant Josep «en otras playas», porque la concejala señala que cuando se regula el fondeo en un punto de la costa, «el problema se traslada, no desaparece». Por ello, apunta que «se ha de trabajar a nivel insular».

De hecho, el Ayuntamiento ha planteado «la necesidad de regular globalmente el fondeo, en toda la costa», a los consells de Ibiza y Formentera en diversos encuentros. Porque esa misma saturación se padece en lugares como Porroig, donde existe un muelle, que es una infraestructura «pequeña e inadecuada para la presión que soporta».