Unos temen al Brexit, otros a la devaluación de la libra. Pero a nadie se le escapa que los destinos del Mediterráneo están apostando «de una manera muy agresiva» por recobrar el mercado perdido tras ser golpeados salvajemente por el terrorismo. Países como Turquía, Túnez y Egipto están tirando la casa por la ventana con tal de volver a llenar sus hoteles. José Antonio Ferragut, edil de Turismo de Sant Antoni, recordaba ayer que esos destinos prácticamente están subvencionando cada plaza de avión y que hay hoteles de cinco estrellas en Egipto «que cuestan unos 70 euros la noche». Contra algo así, es imposible competir: «Por eso hay que estar alerta y mirar mucho por el cliente», señaló. Carmen Ferrer, su homóloga en Santa Eulària, coincidió, preocupada: «En relación a esos mercados, no somos competitivos. Sólo podemos plantarles cara con nuestra oferta diferenciada».